Fundación Cinco Palabras

logo fundación 5 palabras

CINCO PALABRAS DE RAFAEL LOBETO LOBO

El secretario general de la Fundación Cousteau “Unión de los Océanos”, es también fundador y Presidente de Corporación marítima LL, Lobeto Lobo desde 1995 hasta la actualidad.
Ex Director General de la Marina Mercante, este asturiano ha dedicado su vida al mar, luchando desde los inicios de su carrera por la defensa de la vida humana en la mar. Es considerado el padre del actual sistema de salvamento marítimo y de la administración marítima civil española, a través de su crucial papel en la creación (y también presidencia) de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima –SASEMAR-, por medio de la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.
Es autor del Libro “Salvamento Marítimo. Mar y vida en España”.

Amaia Romero Arbizu

Pamplona, 3 de enero de 1999. Conocida como Amaia, es cantante, pianista, compositora y actriz.

Su vocación artística fue temprana, haciendo estudios de piano además de formarse en ballet clásico y baile flamenco. En 2010, con solo 11 años, participó en el talent show infantil Cántame una canción, y en 2012 entró en la primera edición del concurso El número uno, tras interpretar el tema «Here Comes the Sun» con su ukelele.
Se dio a conocer al gran público tras ganar la 9ª edición de Operación Triunfo (2017-18), y en 2018 representó a España en el Festival de Eurovisión junto a Alfred García.
En 2019 actúo en la 33.ª edición de los Premios Goya, interpretando junto a Rozalén y Judit Neddermann una mezcla de los cuatro temas nominados en la categoría de «Mejor canción original». También fue la encargada de entregar el premio de esta misma categoría.
Cinco palabras Marzo 2024
Cinco palabras Marzo 2024
En 2020 Amaia repitió en los Premios Goya interpretando la «Canción de Marisol» en el homenaje a la artista Pepa Flores.

Entre 2020 y 2022 apareció en varios documentales y realizó un cameo en la serie de Netflix Paquita Salas, pero no descubrió su faceta de actriz hasta 2023, cuando interpretó el papel de Cecilia en la celebrada serie La Mesías. Esta actuación le valió una nominación a los Premios Feroz 2024 a la mejor actriz de reparto.

Ha publicado tres álbumes: un recopilatorio en 2018, Sus Canciones (Operación Triunfo 2017) y dos de estudio, «Pero no pasa nada» (2019) y «Cuando no sé quién soy» (2022).

Premios:

2018 Cosmo Awards, en la categoría Girl Gang, junto con Aitana, Ana Guerra y Miriam Rodríguez.
2019 Premio Enderrock a la mejor canción de autor, por «Et vull veure» interpretada junto a Alfred García.
2021 Premio MIN en la categoría “Grabación de Músicas Urbanas” por «El Encuentro», junto a Alizzz
2023 Premio Odeón a la Mejor Canción Alternativa por «Así Bailaba» , con Rigoberta Bandini.

Las Cinco Palabras del mes de Abril de Rafael Lobeto Lobo son ...

¡Gracias Rafael por darnos tus Cinco Palabras!

Escribe tu relato solidario siguiendo las siguientes normas:

1. Extensión máxima 100 palabras. 

2. No se cambiará la posición de las palabras.

3. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.

* Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.

NOTA: Nos reservamos el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector.

1. Incluir las cinco palabras publicadas semanalmente a través de la web – manteniendo el orden en que se han ofrecido – sin modificar género ni número

2. Extensión máxima: 100 palabras

3. Idioma: español

Este juego literario ha sido una herramienta para dar difusión, no solo a los propios escritores y sus relatos, sino también a las causas mensuales con las que la Asociación ha estado colaborando. En marzo de 2023 la Asociación Cinco Palabras se transforma en la Fundación Five Words, que pretende dar continuidad a la labor realizada por la Asociación en sus 10 años de vida, manteniendo su Misión de “Hacer un mundo más digno a través del Arte”. En coherencia con este objetivo, la Fundación Five Words (en adelante, la Fundación) pone en marcha este concurso de microrrelatos, para fomentar la escritura y promocionar a los escritores que, a su vez, con sus relatos, ayudarán a la difusión de las causas solidarias mensuales de la Fundación. El Concurso mantendrá las reglas del juego literario antes detalladas y constará de dos fases: mensual y final. La primera edición de este Concurso dará comienzo el día 1 de abril de 2023 y finalizará a las 23.59 horas del 29 de febrero de 2024 (hora peninsular española). El premio está dotado con 5000 euros, distribuidos de la siguiente forma: 

¿Quieres que tu relato solidario participe en nuestro concurso?

2.000 € en metálico

para el ganador

3.000€ para una causa solidaria

que el ganador elija​

Consulta aquí los finalistas de meses anteriores

121 comentarios en “CINCO PALABRAS DE RAFAEL LOBETO LOBO”

  1. INMACULADA JIMÉNEZ CAMPOS

    Título: Amargo Reflejo.

    El agua era VIDA para ella. Daba igual que fuera un rio, un lago, el MAR o los OCÉANOS. Siempre plasmaba con su cámara el ARTE y la belleza que la naturaleza exhibía de una manera espontánea y sencilla. Y era eso precisamente lo que le maravillaba, su simpleza y grandiosidad al mismo tiempo. La fotografía era su mayor pasión. Aquel día captó la llegada de una lancha de SALVAMENTO con inmigrantes que, llevados por la desesperación, abandonaron su país, sus gentes y subieron a una patera huyendo del hambre, buscando un futuro mejor sin certeza alguna de encontrarlo.

  2. Título: Alfarera del Sal.

    Ella era mi vida , una de las cosas que mas le gustaba hacer era acomodarse y mirar el mar , solía hablar de la inmensidad de los océanos , le encantaba que las olas rociasen su salitre sin importarle.
    Después se sentaba en su torno de alfarero y dejaba volar su imaginación , muchos decían que era un arte mientras que yo pensaba que era solo veía tristeza y ansiedad. El barro era su salvamento era lo que le empujaba a salir adelante y lo que le devolvía su sonrisa .

  3. En esta vida hay momentos que desearíamos que fuesen como el mar. Momentos en los que vemos el principio pero que nos encantaría que no tuviesen nunca un final.
    Quizás ante este concepto nos imaginemos frente a los océanos más infinitos, pudiéndose reflejar en ellos cada uno de nuestros anhelos y momentos felices, momentos que guarda nuestra mente en lo más profundo. Tan profundo como esos océanos que tenemos ante nuestros ojos.
    Qué complejo el arte de imaginar, de lograr un salvamento para esos pensamientos felices más profundos.

  4. La vida me regalo una persona importante (mi padre) que por circunstancias de este mundo se me la llevo el mar que por desgracia nunca encontraron su cuerpo.
    Después de 20 años me sigo acordando de lo que dura es esta vida porque los océanos son grandes y largos y no se sabe donde te puede llevar.
    Esa persona especial para mi tenía el arte para todo, y el fue es y será mi salvamento toda mi vida.
    Gracias por todo

  5. En la vida pocas cosas son tan bonitas como el mar o los océanos. Son indescriptibles la calma y la serenidad que transmiten, así como también puede transportarte a un estado de revuelto interno por lo cambiante que pueden ser sus estados. La visión de este estado de la naturaleza puede ser el salvamento para muchas personas.

  6. Quizás la vida sea dolor, pero el amor siempre aflorará, como las olas en el mar.
    Quizás los océanos nos transmiten tranquilidad y gotas de arte, como si habláramos de acuarelas goteando en el lienzo.
    Quizás esta nueva forma de ver la realidad sea una de las maneras más maravillosas de no olvidar nuestra creatividad y potenciar el salvamento de la cultura.
    ¡Viva la curiosidad!

  7. A muchos de nosotros nos ha entusiasmado alguna vez en la vida situarnos a la orilla del mar para contemplar sus cautivadoras olas. Nos hace pensar en los océanos que abarcan nuestro planeta entero y en lo insignificantes que somos comparados con ellos. Con mayor razón teniendo presente que el agua cubre el 70% de la Tierra. Todo esto nos ayuda a entender que la naturaleza es un verdadero arte. No obstante conviene recordar la importancia de que seamos precavidos en este caso y tomemos las recomendaciones de seguridad de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima en todo momento.

  8. ÚLTIMO REFUGIO
    Conocían las consecuencias de sus actos y sabían, con certeza, que pasarían su vida en el mar, pero no imaginaban experimentarlo tan pronto. Las predicciones se cumplieron, el planeta fue envuelto por nuevos océanos embravecidos. La tierra desapareció; únicamente los más afortunados lograron subirse a bordo de una de las escasas embarcaciones seguras que se construyeron a tiempo. Pocos dominaban el arte de la navegación; la tripulación estaba en sus manos. Tras cincuenta y cuatro años a la deriva, otearon, en el horizonte, una isla de plástico flotando. La basura que les obligó a partir se convirtió en su salvamento.

  9. Marga García Calvo

    En aquel pueblito la VIDA transcurre tranquila.
    Todas las tardes,con su caballete al hombro, baja a pintar a la orilla del MAR.
    Le gusta pintar OCEANOS, desiertos, bosques y todo lo que la Naturaleza le ofrece.
    Cuelga sus pinturas en las paredes de casa y se siente muy orgulloso, aunque su ARTE no es apreciado por la familia.
    Hay una imagen, que plasmó en un lienzo, de un barco de SALVAMENTO rescatando una patera en un mar embravecido.
    Jamás olvidará los gritos de terror y las caras de desesperación de aquellos seres humanos,condenados a morir,cuando venían huyendo de la muerte.

  10. HASTA EL FONDO
    Sabe que la VIDA empezó a abrirse paso en el MAR, ya que el agua es condición necesaria para su existencia. Tan profundo como los OCÉANOS es su amor por el ARTE de dibujar palabras, aunque le duela describir el horror que se divisa en las aguas donde habitan miles de especies amenazadas por una especie, tan depredadora, que incluso le resta valor al SALVAMENTO de sus propios miembros según sea su color de piel.

  11. Miguel Angel Zarzuela Ramírez

    EL ASTRONAUTA Y LA BELLEZA

    En la vida hubiera podido imaginar la belleza de un mar de océanos como el que se mostraba ante mí. Pensé se trataba de alguna forma sublime de arte, inimaginable en mi planeta. Todo lo que me rodeaba era extraño, bello, irreal, inexplicable. Incompartible.

    Y cuando recibí el mensaje de que la nave de salvamento llegaría muy pronto, salté y me sumergí.

  12. Nelson Acevedo Betancourt

    Sin rencores
    Se va la vida, el mar está a punto de tragárselos. La embarcación hace agua, se va de costado. Con su poder de ecolocalización y sus finos pulsos, el rey de los océanos capta un débil llamado.
    Servicial e inteligente agitando su hocico y tirando silbidos, alerta la súplica. De aletas ágiles, de aerodinámico y bien adaptado cuerpo, el cetáceo aligera su arte de rasante nado. A pesar de la caza indiscriminada, el presto delfín no guarda revanchas. El salvamento llegó a tiempo.

  13. Jorge Juan Codina Ripoll

    Cuento báltico

    —¡Llamadme mamá! —dice a las crías—, que para algo os di la vida y os amamanté. Entretanto, no abandonaré esta roca ni me zambulliré en la mar.
    Los diminutos delfines, desorientados, buscan guía en el abuelo, Rey de los Océanos.
    —¿Vuestro padre, otra vez? —protesta el anciano.
    La primera metamorfosis del príncipe fue de macho a hembra; después, apareció el torso de mujer: hermosa obra de arte; al enamorarse del escritorzuelo, Hans Christian, desarrolló piernas y fingió ahogarse para que lo reanimara durante el salvamento.
    —Llamadlo mamá, ¡venga! O la brisa lo resecará y acabará convertido en bronce.

  14. Mariana Martínez Pallarés

    Cediendo el timón
    Toda una vida en el mar, lanzando cabos, surcando los océanos para mostrar el arte del cambio como única vía de salvamento y es, ahora, tras la tormenta, varado en el Puerto de Los Recuerdos, cuando me ahogo entre inconmensurables lágrimas de dicha por el deber cumplido.

  15. A LA VANGUARDIA DEL ARTE
    El cuadro cobró vida. Las olas comenzaron a estallar en el mar. Chocaban contra el cristal en salvaje movimiento. Como si quisiesen escapar hacia insondables océanos lejanos, dejar de ser solo una obra de arte, rebelarse a su destino. La lancha de salvamento, al fondo, fue empujada furiosamente por ellas, hasta impactar contra unas rocas a su izquierda. Se vio bajar a duras penas a sus dos tripulantes, y perderse en lo invisible. Los visitantes de la galería de realidad virtual quedaron conmocionados. “¡Id a salvarlos!”, gritó uno. “Tranquilo, no se han ahogado”, masculló otro. El cuadro seguía allí, inerte.

  16. Diego Antonio Mendoza Malaver

    Condena y salvamento

    La vida se le había ido tan cerca del mar, contemplando aquel arte ignoto que representaban los súbitos bamboleos de los océanos. No recordaba casi nada más. Desde que abrió los ojos, desde que oyó por primera vez, siempre algún rastro del infinito piélago estaba ya junto a él, acurrucándolo, como si quisiera revelarle, en su recóndito lenguaje de murmullos, chapoteos y misterios, que le tenía algo reservado.
    Una mañana, al despertar, encontró a su padre ahogado en la playa.
    Él, sin molestarse demasiado, comprendió que, a veces, el mar puede ser salvamento, y a veces, también, condena.

  17. EL CORAZÓN DEL MAR
    ¡Vida!, dentro del mar, de los océanos… un maravilloso mundo oculto en sus profundidades, repleto de infinito arte en las que en ocasiones, se revela y nos permite deleitarnos con su gran belleza.
    Tiene tanto dolor, que nos grita golpeando con ferocidad, demostrando al mundo de lo que es capaz.
    Tiene tanto amor, que llama nuestra atención con insólitos sucesos que nos dejan absortos ante tal sublimidad.
    Implacable aunque tolerante, permite navegar entre sus aguas sin distinguir raza, sexo o religión, permitiendo en muchos momentos que salvamento haga su labor.
    Porque a pesar de tanto daño no nos guarda rencor.

  18. LA FELICIDAD DE SOÑAR
    Sueño con ser feliz algún día, que mi rutina de vida sea estar en la playa, tomando sol a orillas del mar, mirando lo inmenso que son los océanos, saboreando un agua de coco y sintiendo una brisa exquisita con olor de azufre, mariscos y algas. Sueño con momentos en los que puedo estar a solas, concentrándome para hacer arte, y dedicarme a escribir el siguiente capítulo de mi novela de ciencia ficción, que trata de un salvamento, para seres de otro planeta, que están sufriendo en un naufragio.

  19. MAMADÚ

    Al partir, miedo por morir. Ignoraba el tipo de vida que le esperaba. Aun así, consiguió el dinero para la mafia a cambio de aventurarse en el mar y cumplir el sueño de un futuro inalcanzable, deambulando por océanos como un barquito de papel.
    Pero nadie regala nada por amor al arte, menos a unas pobres almas candidatas a habitar las profundidades marinas. Salvamento marítimo lo rescató junto a otros tantos “ilusionados decepcionados”.
    Y al llegar, miedo por vivir. Mamadú lo pudo contar; a él lo iluminó una estrella, a otros cientos… no.

  20. Una ballena quería ser mujer
    ―Quisiera ser mujer ―dijo la ballena.
    ―¿No estás conforme con tu vida en el mar? ―preguntó un delfín.
    ―Me aburren los océanos… ¡Quiero amor y pasión!
    ―¿Andas enamorada de algún pescador?
    ―De un pintor que crea su arte en la orilla.
    ―¡No tienes la figura ni la voz de una sirena! ―Se rieron las anguilas.
    Abandonó su manada en busca de amor y terminó encallada en la arena.
    El salvamento fracasó ante la mirada impotente del artista, quien había retratado al hermoso cetáceo cuando ella, seductora, saltaba y golpeaba el agua con la cola, salpicándolo con espuma.

  21. El delfín insatisfecho
    ―Quisiera ser humano ―dijo un joven delfín.
    ―¿No estás satisfecho con tu vida en el mar? ―preguntó un viejo cetáceo.
    ―Me aburre surcar los océanos sin la facultad para transformarlos. Siempre lo mismo… un horizonte azul. Dicen que los humanos crean arte y nuevas realidades e ¡inventan cosas extraordinarias!
    ―Es un poder de doble filo. El hombre también destruye y hoy su imperio está en ruinas.
    ―¡Qué poder más inútil! ¿No tiene salvamento?
    ―Si lograra estar más satisfecho, quizás.
    El delfín olvidó su deseo contemplando el espectáculo de colores, sonidos y movimiento que se abría a su paso.

  22. El autobús

    Mi vida transcurría en un mar de dudas, navegando en océanos de palabras malditas que me impidieron conocer el arte del buen amor. La maldición parecía haberse transmitido por línea materna: de mi abuela a mi madre y de ella a mí. Me preguntaba a diario si no habría alguna pócima que rompiera el hechizo, aquel mal de ojo que se sucedía en el tiempo, generación tras generación. El salvamento llegó el día que decidí subirme a aquel autobús que me llevaría a ninguna parte. Y nunca más volví a mirar atrás.

  23. OBJETIVO CONSEGUIDO
    ¡Vuelve con vida! Gritaste antes de separarnos la ola que me alejó de ti. Pues ahí estaba yo: Solo en mi aventura frente al mar y dispuesto a surcar océanos para devolveros una vida mejor. Sufrí tempestades; temí por mi vida; pasé hambre y frío y lloré al cielo estrellado, pero siempre recordé lo que me decía mi abuela de pequeño: ¡Tienes mucho arte! Tiré de habilidades para sobrevivir sobre unas tablas, hasta que por fin apareció salvamento para rescatarme. Cuando recibas esta carta y los billetes, embarca con el niño y venid. He creado un hogar maravilloso para nosotros.

  24. MAR
    Sabía que la solución a una vida mejor estaba en el mar. Se aprendió el nombre de los océanos, todos eran inmensos como sus ganas de saber nadar. Su pueblo no tenía ni piscina, por eso, hundía la cabeza en el agua enjabonada de la bañera, moviendo brazos y piernas. Su madre se enfadaba porque dejaba el suelo lleno de agua y le decía que tenía nadando menos arte que un mosquito. Pero él no se rendía, sabía que el salvamento para la pobreza tenía un camino líquido y salado por el que sin duda debía transitar.

  25. Rafael Blasco López

    Cambio de rumbo
    Había entregado su vida a cambio de dinero y ambición, pero las olas del mar de la verdad devolvieron a su costa las traiciones cometidas en pos de la avaricia. Echó la vista atrás: cientos de víctimas permanecían en los océanos navegados durante su trayecto. La vergüenza salió a flote desde lo más profundo de su interior, una lágrima surcó su rostro. Agotado por la tormenta de sus emociones, giró de manera brusca el timón de sus sentimientos, lanzó el ancla junto a una isla llamada arte y comenzó el salvamento de su alma.

  26. Estimados escritores solidarios:
    Este mes de abril ha comenzado el II Concurso de Microrrelatos Cinco Palabras, que finalizará el 15 de marzo de 2025. Para facilitar la participación hemos cambiado un poco el procedimiento. Por favor leed las nuevas Bases del Concurso.
    Gracias a todos por publicar vuestros relatos.

  27. Perderse
    El viernes fui de compras buscando ese tipo de palabras que pueden comprimir la vida para que entre en un microrrelato. La primera que encontré, mar, con solo tres letras, inundaba tus ojos, y la segunda, océanos, con siete, las tres cuartas partes del planeta. Entusiasmado, seguí pateando galerías de arte y outlets, pero ya solo apareció un catálogo de faros muy completo que abarcaba desde el Rojo Mayor de Islandia al San Juan de Salvamento. Me quedé las palabras sueltas y tiré el catálogo a una papelera para perderme tranquilamente entre tu niebla mientras volvía a casa.

  28. EN LAS PROFUNDIDADES
    La vida en el mar no es fácil. Luchará hasta la saciedad, conquistando mil océanos para sobrevivir.
    A lo lejos, su escuadrón divisa un buque cargado de obras de arte a la deriva, herido de muerte en su proa. El equipo de salvamento está por llegar, y si naufraga, estarán meses husmeando en las profundidades.
    Como auténticas titanes, ella y su grupo de guerreras la destrozan, aguardando pacientes las suculentas presas.
    Así, bocado a bocado, con cada buzo, ella y su horda asegurarán sustento para tres generaciones, una buena cosecha de valientes y aguerridas pirañas.

  29. Estrella

    Cuenta la leyenda que, desde hace siglos, habita entre nosotros una mujer, Estrella, que dedica su vida a cuidar del mar.
    Cada día, patrulla los océanos (algunos dicen que nadando, otros incluso la han visto volar), cura animales heridos, limpia playas y remolca barcos encallados. Así, por puro amor al arte, Estrella ofrece esperanza al náufrago, consejo al marinero extraviado y salvamento a cualquiera que lo necesite. Hasta que, extenuada, se hunde, convirtiéndose en estrella.
    Pero también dicen que, cada anochecer, pide a cinco peces voladores que la eleven hasta el cielo. Y, desde allí, sigue guiando a los barcos.

  30. DESAFÍO

    Lleva toda una vida dedicada al mar y sueña que un día navegará por los océanos que, siendo niño, observaba con pasión en los mapas colgados en su clase. Aún recuerda los nombres de algunas islas perdidas en medio de la nada, donde le gustaría arribar con su pequeño barco y compartir su arte de la pesca con los lugareños. No tiene miedo a emprender esa aventura, lleva tiempo acumulando experiencia y el mejor equipo de salvamento. Solo tiene que dar el pistoletazo de salida.

  31. INHIBICIÓN
    Tras la jubilación decidieron cambiar de vida, trasladándose a un pueblecito junto al mar. Ella era aficionada a la pintura y los océanos siempre la habían inspirado para expresar su arte. Con el caballete desplegado en una colina, una tarde vieron aproximarse una balsa con una veintena de ocupantes. Repentinamente, la precaria embarcación comenzó a hundirse entre gritos implorando socorro. Aunque ambos eran excelentes andadores, carecían de nociones de salvamento. Recordaron entonces historias de náufragos que, por no saber nadar, en su desesperación habían arrastrado a la muerte a sus rescatadores. Y se alejaron a toda prisa del lugar.

  32. Javier Vallejo González

    LA SOPA FINAL
    La vida surgió en el mar. Los océanos hicieron que el planeta azul se hiciera verde. Como en el arte, la vida cambia; como los colores al mezclarlos en una paleta. El planeta está cambiando, cada vez es más azul y menos verde. ¿Será nuestra culpa? ¿Será nuestro destino desaparecer por el mismo lugar por el que surgimos? ¿Acudirá alguien a nuestro salvamento en la Tierra? ¿O ni siquiera habrá nadie más allá que nos asegure nuestra salvación en el cielo? Nunca lo sabremos, nunca nos pasará a nosotros. Pagarán por nosotros las generaciones futuras sin futuro.

  33. Título: Café selenita

    Toda su vida maravillado por las hazañas de la exploración espacial. Admirador de héroes como Neil Amstrong, que en el Mar de la Tranquiliad inmortalizó su huella siglos atrás. Y ahora, estando allí mismo, en lugar de emoción sentía fascinación por cómo la humanidad convierte lo extraordinario en cotidiano. Un ameno viaje le permitió contemplar al mismo tiempo los océanos terrestres y la mítica bandera americana, mientras tomaba un café casi tan caro como el vuelo en un Starbucks selenita.
    Definitivamente, el ser humano domina el arte de profanar la naturaleza por puro capricho. No hay salvamento para la humanidad.

  34. DESEO DE MAR
    Su todavía joven VIDA había estado al lado y alrededor del MAR, oyendo en el muelle a los marineros contar sus experiencias a través de sus viajes por esos OCEANOS, que según contaban unas veces eran calmos y llenos de ARTE con sus albas y ocasos inigualables en belleza y otros eran llenos de peligro y muerte de la que a veces se habían librado gracias a SALVAMENTO Marítimo. Ya lo tenía decidido, se inscribió en la Escuela Naútica y la fragancia marina le llenó la sonrisa.

  35. CABALLITO DE MAR ENAMORADO

    Nadaba ignorante de lo que amenazaba mi VIDA hasta que tropecé con ella.

    Con la aurora de un nuevo día que cabalgaba iluminando los cielos reflejados en el MAR, danzamos hechizados, con los cuerpos enlazados en un cambiante arco iris de anillos chispeantes.

    Dominaba el ARTE delicado de la elocuencia cuando se expresaba en sus giros de cola y aleta. Así, comprendí el riesgo de extinción
    que rodeaba nuestra existencia. Me mostró OCÉANOS depredados por seres que se dicen humanos.

    Anclados en un brote de algas, la vi partir en una traidora red que confundimos con un grupo de SALVAMENTO.

      1. CABALLITO DE MAR ENAMORADO

        Nadaba ignorante de lo que amenazaba mi VIDA hasta que tropecé con ella.

        Con la aurora de un nuevo día que cabalgaba iluminando los cielos reflejados en el MAR, danzamos hechizados, con los cuerpos enlazados en un cambiante arco iris de anillos chispeantes. Me mostró OCÉANOS depredados por seres que se dicen humanos.

        Dominaba el ARTE delicado de la elocuencia cuando se expresaba en sus giros de cola y aleta. Así, comprendí el riesgo de extinción que rodeaba nuestra existencia.

        Anclados en un brote de algas, la vi partir en una traidora red que confundimos con un grupo de SALVAMENTO.

  36. Ignacio Hormigo De la Puerta

    ES TAN ANCHA LA MAR

    Soñábamos con una vida mejor al otro lado de la mar. No sabíamos que fuera tan ancha ni todas las horas y los minutos de desesperación que cabían en siete días.
    Aisha, Ibrahim y Mamadou no sueñan ya con nosotros. Ahora pertenecen a los océanos, se mecen en sus corrientes submarinas, aprenden el arte de hacer brotar corales de sus cuerpos.
    Vemos aparecer un punto naranja en el horizonte. La lancha de Salvamento Marítimo se acerca. Una parte de nosotros será rescatada hoy, otra se quedará aquí para siempre, flotando entre las olas.

  37. MELANIA VIVÓ GARCÍA

    SIRENAS

    Pasó casi toda su vida en el mar, recorriendo los océanos, persiguiendo a marineros extraviados, enamorando a algún despistado que acababa preso de su belleza, su perfidia seductora y su arte musical.
    El destino de aquellos infortunados hombres podía ser cualquiera, desde malograrse contra las rocas de un acantilado, ahogarse intentando perseguir la sublimidad o acabar devorado por su dulce canto.
    Con el tiempo, todo cambió. Los navegantes no eran como antaño, las embarcaciones ni se asemejaban y para su desdicha, acabó pereciendo cuando salvamento marítimo creyó socorrerla del piélago.

  38. EL LATIDO DEL MAR

    Fuente y origen de vida
    en tus fecundas entrañas;
    aguas del mar, inmensos océanos,
    virtuosa inspiración del arte
    entre pinceladas azules
    y espumas de olas bravas.

    Hoy presiento tu latir enfermo
    asfixiado en basura y muerte.
    Trampas de plástico acechan sin rumbo.
    Negras guadañas esparcen su mal.

    El latido se torna más lento,
    angustioso y agónico,
    cuando el salvamento no llega
    hasta los desvencijados cayucos
    donde urge recobrar el aliento;
    el último aliento.

    Cubiertas de luto amanecen tus orillas;
    son las almas de aquellos
    que utilizados, vendidos y estafados,
    sin corazón ni decencia,
    en tu seno a morir los llevaron.

  39. Concha Mora Olmedo

    Amantes

    Una pequeña ola atrevida llegó a Tierra, que estaba llena de vida. Conoció, entonces, Tierra que su amante, Mar, ese ser gigantesco, le enviaba mensajes de amor. Había oído hablar de la gran belleza de los océanos, pero su amante era más sencillo y cálido.

    Fueron tantas las veces que Mar la visitó que, por obra de arte, se hizo más blanda y se volvió playa. Más expuesta estaba a los elementos y a los rayos de Sol, pero Mar siempre acudía a su salvamento, hasta que terminó por anegarla. Y Rayo y Sol no volvieron a hacerle daño.

  40. Ramón Roselló Ferrer

    Mi vida es el mar. Después de haber recorrido todos los océanos al servicio de la corona inglesa con patente de corso; ahora, está considerado un mal arte y debemos abandonar nuestro cometido o ser perseguidos hasta la muerte como vulgares forajidos.
    Ya no existe salvamento ni rendición ni redención. Mi vida es el mar y mi hogar, y aquí he de vivir.
    ¡Ron, ron, ron la botella de ron!

  41. Dolores Sanabria García

    ESPERANZA
    …Luego veo la vida bullir en este mar repleto de bancos de peces y corales. No quiero sentir la inmensidad de los océanos que nos separan a todas las criaturas. Llevo tatuado en la piel el arte de Amira, mi pequeña hermana. Y tengo el firme propósito de que llegue, intacto, el mensaje a su destino: tierra de frutos jugosos y leche fresca. Para que viva fuerte y sano el ser que llevo en mi vientre. Solo hay que esperar. Resistir viva, hecha un ovillo en este rinconcito de la patera, hasta que llegue el salvamento.

  42. Ausencia

    Tanta vida, tanta muerte. Todo un mar de sin razón y océanos de vacío. Sal en el corazón cuando cala el negro frío que duele, envuelve y revuelve. Es un arte recordar sonriendo a un ser querido, sin sufrir lamento eterno. Salvamento es el olvido.
    Va por ti amiga, hermana.

  43. María Laura Höchli

    Pensamiento
    Diferentes formas de vivir la vida en cada rincón del planeta. Del otro lado del mar o a varios kilómetros separados de los seres queridos.
    Escribo este corto mensaje que se elevará con la ayuda de la brisa y de los vientos y que llegará a algún destino atravesando los inmensos océanos.

    Lo importante es el arte personal con el que podamos enfrentar cada dia y disfrutarlo de la mejor manera posible, con cada acto, cada palabra. Y cuando la hora del ocaso se acerque caminando despacio, podamos encontrar el abrigo del salvamento para que nos mantenga protegidos y mansos.

  44. Había, como quien dice, entregado su vida al mar
    De joven, surcó todos los océanos y cosechaba recuerdos y cicatrices por igual: vigilias, tormentas, piratas, naufragios, amores… había vivido y sufrido con profundidad abisal.
    Viejo ya, incapaz de nuevas travesías, se pasaba los días haciendo cabotaje entre las neuronas de la senilidad, y encontró en el arte su tabla de salvamento.
    Su último navío. 
    Paleta en mano, frente a un lienzo blanco llego de posibilidades, se afanaba en hallar el azul exacto de su memoria, antes de que los recuerdos se le hundieran para siempre, allá, donde esperaban los dragones.

  45. OLEAJE

    Dicen que la VIDA te devuelve lo que le das, como hace el MAR con la humanidad, que, entre espuma y sal nos arroja la basura que tiramos, nos trae personas huyendo de barbaries, guerras, miseria, buscando salir de la precariedad.

    A mi lado, una mujer otea lo que escribo:
    -No merezco lo que me ocurre.
    -Nadie lo merece -respondo–.
    Sus ojos azules y profundos, como OCÉANOS dibujados en una obra de ARTE, imploran SALVAMENTO.
    -Lo he perdido casi todo.
    Entre lágrimas resbalando por sus mejillas emerge una fuerza inesperada, como oleaje de temporal:
    -Tendré que regenerarme como el mar…

  46. Fernando Fabián Sánchez Cordero

    LA BALSA DE LA MEDUSA

    La vida es cuestión de suerte, nacer a un lado u otro del mar, ese camposanto sin lápidas. Los pintores románticos se inspiraron en océanos y tragedias marinas que transformaron en arte. Géricault representó a un grupo de personas desesperadas sobre una balsa de salvamento, tras un naufragio frente a la costa de Mauritania.
    En la actualidad, los artistas no hallan inspiración en los cientos de cadáveres que se decoloran frente a las costas de Occidente.
    El color es determinante en la pintura. En el desamparo que padecen miles de seres humanos en mares y océanos, también.

  47. La ballena que deseaba ser mujer
    ―Quisiera ser mujer ―dijo la ballena.
    ―¿No estás conforme con tu vida en el mar? ―preguntó un delfín.
    ―Me aburren los océanos… ¡Quiero amor y pasión!
    ―¿Andas enamorada de algún pescador?
    ―De un pintor que crea su arte en la orilla.
    ―¡No tienes la figura ni el canto de una sirena! ―Se rieron las anguilas.
    Abandonó su manada en busca de amor y terminó encallada en la arena.
    El salvamento fracasó ante la mirada impotente del artista, quien había retratado al hermoso cetáceo cuando ella saltaba seductora y, golpeando el agua con la cola, lo salpicaba con espuma.

  48. ¡BASTA!

    Contaba que su vida había sido una barca a la deriva, tuvo la desafortunada experiencia de haber navegado por un mar de laberintos. Sus destinos transcurrieron atravesando océanos de desconcierto; se describía a sí misma con poco arte por no lograr avivar sus colores, por eso dedicó muchos desvelos al arte de pintarse, delineándose a brochazos y pinceladas. Tal vez fuesen largos recorridos de kilométricos murales, o grandes colecciones de lienzos en los que proyectó: trayectos, inquietudes, temores y locuras.
    Hasta que se atrevió a gritar ¡basta! Entonces, encontró su salvamento, su sosiego, su paz y su tierra firme.

  49. —¿Qué hace un pulpo en esta pecera, mamá?
    —Es para hacer bonito.
    Como era verano y no había colegio, Marcos debía pasar las tardes en la oficina de su madre.
    —Vaya vida que le espera… ¿No debería de estar en el mar? ¿O en los océanos? Aquí, en esta pecera diminuta, le roban la libertad…
    —Es para hacer bonito. Es arte… —repitió la madre mientras hojeaba unos informes.
    Fue entonces cuando a Marcos se le ocurrió que comenzaría su tarea de salvamento. Cogería aquel pulpo y lo llevaría al mar. ¿Acaso los grandes activistas no empiezan con cosas pequeñas?

  50. Manuel González Casaus

    CANTO DE SIRENA
    Después de media vida buscando, por fin encontré una sirena. Era una de esas tardes de invierno, de aire frío y mar en calma. Yo navegaba en mi bote, cuando descubrí a lo lejos su silueta. Ella jugaba tranquila con las olas, ajena a mi presencia. Sigilosamente me acerqué, y nuestras miradas se cruzaron. Ella la mantuvo, y podría jurar que incluso me sonrió. Cuando traté de tocarla, con un grácil salto se adentró en los océanos. Empecé a escuchar su canto, su arte me cautivó. Salvamento Marítimo me encontró al cabo de los días desvanecido en mi barca.

  51. Angel Toribio Sevillano

    Cuaderno de bitácora

    Lampedusa, dieciocho de abril: huimos de las guerras, del hambre y de la desesperanza para comenzar una nueva vida. El mar está en calma, es un buen presagio. Veinte de abril: el motor de la embarcación se ha detenido y vamos a la deriva. Los pies de mi pequeña golpean mi vientre, también está intranquila. Hubiese cruzado mil océanos por ella. Veinticinco de abril: me arrepiento de malvender el arte familiar para pagar el desorbitado pasaje. Vamos a morir. Treinta de abril: desde la cubierta del buque de salvamento se ven las luces de Trípoli. No puedo dejar de llorar.

  52. Marea Negra

    Pedro, el anciano que no lloraba, mariscador de toda la vida, se marchaba a la mar como todas las mañanas. Mientras zarpaba, una triste gaviota inmóvil en el estribor, manchada de negro muerte, le anunciaba el avance de una despiadada marea negra. Ese día lloró. Lloró como nunca lo había hecho, al pensar en la destrucción de los océanos y en el sustento de las familias que vivían del arte de pescar con nasa. Pero un milagro ocurrió, embarcaciones, barreras y desnatadoras de esperanzas fueron desplegadas por héroes de Salvamento Marítimo. En ese momento, volvió a sonreír.

  53. Francisco Javier García Blázquez

    La vida me ha hecho envejecer

    ¿Es mi vida un mar en inmensos océanos? Da igual, no importa, ya estoy cansado. Demasiados golpes de mar capeando temporales, mucho vivido, me encuentro sin fuerzas. Sé que soy como una gota en la inmensidad del océano y no están conmigo los astros. Adversidades, infortunios, excesivo lastre donde las estrellas me guían rumbo a puerto no deseado. Vivir es un arte, es tener destreza y a veces tienes que implorar ayuda como si suplicases salvamento y otras veces solo queda fondear y esperar a que amaine el temporal, aunque el casco ya tiene a bordo muchas travesías.

  54. El sueño de Sorolla

    Un baño de vida en un mar solidario. Como si los océanos, tras desalado vaivén, hubiesen convenido en acunar una nueva esperanza, bajo el arte de extender diez brazos y difuminar cien hambres de un salvamento en delicada y épica acuarela.
    Entonces, debido a la impresión causada, despertó.

  55. Juan Carlos Martín Coronado

    Pensamiento VII
    La VIDA es el único MAR que contiene OCEÁNOS. El hombre es un barco que no tiene botes de SALVAMENTO, y navega entre icebergs. En caso de hundimiento, solo queda el ARTE.

    1. Juan Carlos Martín Coronado

      Rectificación: Escribí el relato cambiando el orden de las palabras, adjunto versión corregida para concursar.

      Pensamiento VII
      La VIDA es el único MAR que contiene OCEÁNOS. El hombre es un barco sin botes salvavidas, y navega entre icebergs. En caso de hundimiento, solo queda el ARTE, tornar la muerte SALVAMENTO.

      1. Juan Carlos Martín Coronado

        Rectificación, error ortográfico. Versión final.
        Pensamiento VII
        La VIDA es el único MAR que contiene OCÉANOS. El hombre es un barco sin botes salvavidas, y navega entre icebergs. En caso de hundimiento, solo queda el ARTE, tornar la muerte SALVAMENTO.

  56. Estabilidad laboral

    “Hace tiempo que no me da la vida, mecachis en la mar”. Cada vez es más frecuente escuchar estas palabras en boca de mi hermana. Desde que cambió los océanos por el Arte, le ha empeorado el carácter. Yo creo que era más feliz en sus expediciones acuáticas, pero al aprobar la oposición en el museo dio prioridad a un trabajo estable sobre su verdadera pasión, y eso al final lo estamos pagando todos los que la rodeamos. Ojalá le saliera una plaza fija en Salvamento Marítimo.

  57. Camilo

    Con una vida dedicada al mar y a los océanos, Camilo perfeccionó el arte del salvamento. Sí, un arte, porque el salvamento, a su parecer, iba más allá de quitar redes que atrapan cetáceos hasta la muerte o de reanimar ahogados. Porque empezaba mucho antes de que sucediera algo, empezaba cuando su esposa preparaba sus comidas más temprano y se embarcaba más temprano, cuando el sol tardaba más en el cielo y podía quedarse más tiempo en el océano, cuando tenía ganas de visitar cierto lugar que había dejado de visitar…
    Sí, era arte, estar en el momento adecuado.

  58. INCANSABLE LABOR

    Si hay quien da vida desde su pasión e ilusión a Five Words Foundation es Mar Olayo. Le acompañada un equipazo importante e indefinible: juntos mueven infinitos océanos, bailan el alma de las personas, hacen un mundo más digno a través del arte; llenan de alegría, esfuerzo, amor y trabajo su alrededor y son salvamento necesario a las causas que dan voz y color.

  59. LEJOS DE CASA
    Desde que llegamos a este planeta inexplorado, supuestamente carente de VIDA, me tiene intrigado la explanada que se extiende frente a la nave. Parece un antiguo MAR rellenado con arena. A veces, por su superficie transitan olas que convierten ese paisaje de yermos OCÉANOS en una obra de ARTE hecha por una mano invisible. Hoy se han abierto las arenas y ha surgido de ellas un convoy de estrafalarias criaturas que avanzan hacia nosotros. No sabemos si se trata de una operación de SALVAMENTO o de un comité de bienvenida, sólo esperamos que no sea una expedición de avituallamiento.

  60. Ana Martínez Naveiro

    SIN RUMBO

    Yo antes tenía una vida normal: marea alta, marea baja.
    Un día salí a navegar persiguiendo la sabiduría del mar. Dejé las velas a voluntad del viento, mientras admiraba el esplendor que la libertad plasmaba en una infinitud de formas en movimiento. Me encontré ciñendo a velocidades vertiginosas por océanos salvajes o empopando tranquila, mecida por las aguas en calma.
    Durante días convertí en arte sobrevivir a la merced de Neptuno, hasta que un barco de salvamento me trajo de vuelta a tierra. Mientras todos celebran mi rescate, yo, a escondidas, anhelo el sabor de la sal en mis labios.

  61. Marina Hernández Martín

    DE LA MANO.
    Tenían 12 y 8 años. Cada noche, llevaban la cena al padre, preso en
    esa cárcel que asustaba tanto. Allí la vida chorreaba penas, llantos
    como las aguas del mar y los océanos.
    Costaba agenciar algo caliente, aunque el arte de la madre siempre
    lo conseguía. En la puerta, el guardia vociferó el nombre del preso,
    el eco le devolvió la muerte, la tragedia. Aquella cena quedó en
    tierra de nadie.
    Escondidos entre los hierbajos de las cunetas volvían a casa, cerca
    pasaban camiones, en sus lonas una palabra, SALVAMENTO, Ella
    quería subir a uno, Él intuía que no podían.

  62. Buscando
    Transcurriendo el tiempo se va acabando mi vida, que estuvo envuelta en triunfos y fracasos, que hoy encuentro en las palabras escritas la pasión que necesitaba, mire el mar que inmenso se veía, y ms allá los océanos me invitaban a entender la inmensidad de la existencia, que, aunque es mucho es poco, es tan solo un instante que te da con Dios la forma de la vida, llena de colores y figuras que con arte brindan formas grandiosas y algunas inexplicables, entonces busco el salvamento que el tiempo me brinda con la mano de Dios, palabra tras palabra.

  63. ESPECIALISTA EN NO HACER NADA

    La VIDA se abre paso. Dicen que empezó en el MAR, aunque yo no sé qué pensar. Los OCÉANOS fueron la semilla de ella.

    El profesor continuaba con su diatriba mientras me dedicaba a mi ARTE. De mayor iba a ser especialista en no hacer nada, por eso cuando Carla descubrió mis magníficos rayajos y se chivó, yo argüí dolor de cabeza, mi SALVAMENTO.
    Me fui a casa.

    Estoy fumando, el último cigarro. Las luces se apagarán pronto y no tengo nada que hacer en los próximos diez años.
    Lo he conseguido.
    Estoy en la cárcel.

    Abril 2024

  64. PINCELADAS MUERTAS
    Se me va la VIDA.
    Siento el aliento cercano de la muerte, escucho el sonido de la guadaña arrastrándose a mis espaldas, y solo puedo mirar al MAR, contemplar el rizo de las olas, el frescor de la brisa, el olor a salitre, el color de esa puesta de sol tiñendo las nubes del cielo de rojos y grises.
    Mi barco partió en busca de OCÉANOS lejanos, dispuesto a luchar con las galernas, a hundir su quilla en las aguas más furiosas.
    Y pinto la imagen en el lienzo. ARTE abstracto, para un último latido. Óleo para un difícil SALVAMENTO.
    Singrafista, Abril 2024

  65. José María Díaz Gil

    Message in a Bottle

    No recordaba cuando lancé esa botella con un mensaje dirigido a la que, en mi adolescencia, era el amor de mi vida. Hasta que escuche un comentario en la radio.

    La tire en una playa del Mar Cantábrico…. Cruzó mil calas… Se meció con las mareas…. Atravesó varios océanos…

    Soñaba que llegara a Cuba, donde vivía Beatriz, a quien conocí un verano en Comillas.

    “Unos chavales, aprendiendo el arte de pesca del arrastre, encontraron una botella entre su captura, llevándola a la caseta de salvamento de la playa. Tras abrirla, leerla, buscaron y encontraron a Bea.

    La magia existe

  66. LA SAL DE LA VIDA

    Nunca imaginé que la vida nos concediera una mar de posibilidades para empezar de nuevo.
    Siempre va más allá de lo esperado, siempre sorprendiendo abriéndose camino.
    Siempre surfeando en la abundancia, cual olas en los océanos.
    Siempre en perfecto equilibro, todo un arte.
    Siempre sosteniendo, cual tabla de salvamento.

  67. BEATRIZ GARCÍA MARTÍN

    TÍTULO: LA ÚLTIMA INMERSIÓN

    Sentía escapar la vida bajo las imponentes olas del mar embravecido y, aun así, lejos de sumirse en la desesperación que acompaña al último aliento, se mostraba fascinado ante su sublime belleza.
    Sabía que su pequeña embarcación no resistiría la furia de aquel temporal, pero debía intentarlo hasta el final. Se había sumergido tantas veces en la grandeza de los inmensos océanos, tratando de proteger ese arte tan sutilmente oculto en ellos, que no concebía otra manera de vivir.
    “Si todo debe terminar hoy, que sea así”- pensó. Y, cerrando los ojos, sintió el caluroso eco del barco de salvamento.

  68. María del Mar del Valle

    HÁBITAT IMPROPIO
    Desde niña, la vida de Mar iba contracorriente. Aquel nombre evocaba su auténtica esencia, pues era una sirena nacida lejos de los océanos y estaba varada en la meseta.
    Utilizaba el arte como vía de escape de su alma para retratar las profundidades marinas que tan bien conocía.
    Un día de desaliento, sintió la potente llamada de un curso de agua y se entregó voluntariamente a su dulce abrazo. Nada pudo hacer el equipo de salvamento por reanimar su cuerpo, pero su espíritu, se dejó llevar hasta las aguas saladas donde se encontraba su verdadero hogar.

  69. Virginia Rodríguez Castro

    DESATAR
    Bajo el agua todos somos iguales. Lo único que nos diferencia tras su manto transparente es la posibilidad de flotar o hundirnos. Vida o mar. Hay quien precisa, sin embargo, de un terrible grado de certeza cuando decide atarse a un ancla. Miguel era uno de esos. De ahí que hiciera el mejor de los nudos, tomara la peor de las decisiones y eligiese el más azul de los océanos. “Saber irse es un arte”-pensó. Y dispuesto a saltar, cerró los ojos y pensó en ella. Y en su sonrisa: patrulla de salvamento color marfil.

    Y de repente, quiso flotar.

  70. Noelia Garzon Serrano

    Segundas veces

    En este momento mi vida no me pertenece. Es un regalo que quizás no reciba. Solo veo siluetas alrededor. El mar me aterra. Pegado a mi cuerpo, un adolescente, me suplica ayuda. Cuando fui su profesor en la escuela primaria, me preguntó cómo eran los océanos. Grandes y fríos, le contesté entonces. Por el arte de nadar, conseguí sobrevivir al primer intento, aunque me devolvieran a mi país en guerra. ¡Ahora! Nos lanzan. El egoísmo se diluye cuando lo siento cerca, ahogándose. Mi chaleco salvavidas le queda algo grande. Escucho en la distancia la patrulla de salvamento.

  71. ¡BASTA YA!

    Clara lleva veinte años de casada.

    Resignada, pensando que ésa es la vida que merece.
    Se va a dormir cada noche envuelta en un mar de lágrimas, a menudo con alguna marca en la cara, fruto de algún puñetazo.

    Sumisa y sufrida, aún recuerda épocas en las que hubiese atravesado océanos y continentes solo por disfrutar un momento junto a aquel hombre que la encandilaba.

    ¿Era eso amor incondicional?
    Claro que no, querida Clara.
    Lástima que no lo sabías.

    El arte fue su salvamento.
    En días de luz, vuelca en óleos un mundo paralelo que nos regala en cada cuadro.

  72. Ramón Roselló Ferrer

    OJALÁ
    Ojalá la vida nos traiga bendiciones infinitas y abundantes cosechas de fortuna.
    Ojalá encontremos un mar de agradables sorpresas en nuestro caminar finito por los aledaños de este planeta limitado.
    Ojalá podamos disfrutar de todos los océanos en un tranquilo navegar y no tengamos que volver al miedo y a la espada.
    Ojalá la vida nos entregue el tiempo suficiente para poder crear todo el arte pretendido en un intento de ascender a volar con los vencejos.
    Ojalá, amor mío, tengamos una vida colmada de propósitos en nuestro singular devenir y no confiemos en la muerte como nuestro salvamento.

  73. Esther Naveiro Sobrado

    Niño pez
    Llegó a la vida intempestivamente, en alta mar, después de flotar en las amnióticas y misteriosas aguas de océanos remotos. Lo encontraron meciéndose entre algas danzantes y lo sacaron del mar enredado entre las redes de un arte de pesca, entre pececillos transparentes y resbaladizos, como su propio cuerpo de niño pez. El sónar de un barco de salvamento había captado el eco de un firme latido.
    Hoy, ya adulto, sigue buscando bajo el mar tesoros del naufragio de su obstinado corazón.

  74. Adriana Rebeca Strupp

    QUIZÁS MAÑANA

    Acabamos de llegar, pero ya quiero irme ¿Esto es vida?
    Somos un mar de jóvenes alienados y apretujados en una sala mal ventilada hablando al mismo tiempo, contestando océanos de quejas de clientes.
    Trabajar en un callcenter es puro arte – dijeron.
    Miro el reloj esperando el timbre, el salvamento.
    Faltan cinco minutos. Llama una señora impertinente. Grita. No sabe que estoy cansado. Decido vengarme; le cuelgo la musiquita ¡Já!
    No me siento orgulloso, pero es que. Pego el mentón al pecho y apuro el paso al salir.
    Abren la puerta.
    ¡Respirá! – digo consolándome – ¡Aire!
    ¿Renuncio? Quizás mañana.

  75. Adriana Rebeca Strupp

    LA VIDA ES ARTE

    – ¿Qué pensás de la vida? – preguntás afiebrada.
    – ¿Qué puedo pensar si nos zarandea entre un mar de hombres violentos y océanos de asustados?
    – Que la vida es arte.
    – La de otros que nacieron salvados. Nosotros aún esperamos el salvamento.
    La fiebre abrasa tus ojos que vieron arder nuestra aldea.
    – ¡Ay amor, estoy agotado!
    – No te rindas que en mi barriga palpita nuestro hijo – susurrás acariciándola.
    Te desvanecés. Tu bella mirada quiere apagarse.
    Apuro los remos rogando fuerzas al cielo – ¡Por favor, tengo que poder, la vida es arte y nos espera!

  76. Adriana Rebeca Strupp

    EL ÚLTIMO DESTELLO

    ¡Ay vida! ¡Duele el alma! ¡Me cuesta respirar!
    Vivo confundido entre luces y sombras hermanadas.
    ¿Será porque nací el mismo día que él murió y llevo su nombre?
    Es difícil para un niño dar aliento al hermano fallecido.

    Así, vapuleado por mar de emociones y océanos de angustias, plasmo locura y cordura sobre lienzos.
    ¿Los cielos estrellados y los girasoles danzantes no son arte? ¿Tampoco los campesinos?

    Está ganando la batalla. No tengo fuerzas. La oscuridad se cierne.
    Salgo al campo en busca de salvamento.
    Un tiro certero, sólo uno.

    No te aflijas, me verás aun cuando no esté.

    Vincent

  77. Paloma Sampedro Canet

    REENCUENTRO
    Ayer, en un descuido, la vida se me perdió.
    Buscábamos conchas en la playa, cuando un golpe de mar la arrancó de entre mis dedos.
    Rogué tanto al dios de los océanos, para que escuchara mi llanto, que enredada en un arte de pesca, una sirena hoy, la ha depositado en mis brazos. Mientras la acuno, susurro:
    —El lugar para tu salvamento, no lo busques en otro sitio que aquí, en lo más profundo de mi seno.

  78. Susana Cordero Ripoll

    CADA DÍA
    Una vez más, la luz del alba centellea sobre las sábanas, se desvanece la noción del tiempo. Encandilado con la tierna deformidad que la vida ocasiona en el fecundo vientre de su mujer, se abraza a él y, aún absorto en sus pensamientos, oye su interior.
    El sosegado mar presto tornará en vehementes océanos, emergerá halado por tan delicado arte. Mas se aflige al apreciar cómo un código postal es capaz de decidir cualquier devenir.
    Y, de nuevo, la alarma distancia su ensoñación. Suspira mientras prepara su material de salvamento diligente a emprender un nuevo día.

  79. Mariateresa Tomasella

    ESTO ES ARTE

    Pincelé mi vida con los colores del arcoíris.

    Con el rojo, por la pasión de un gran amor imaginario.
    Con el naranja, por el espíritu de independencia en contra de las imposiciones.
    Con el amarillo, por la energía irradiada en los momentos complicados.
    Con el verde, por la generosidad innata del ser humano.
    Con el añil, por la profundidad de los pensamientos sencillos.
    Con el azul, por la lealtad hacia los amigos sinceros.
    Con el violeta, por la calma de un mar sensible ajeno a los océanos tempestuosos.

    Y el arte como salvamento siempre me rescató.

  80. josé maría pérez garay

    EL SILENCIO

    Tecleo con calma estos últimos renglones de vida en el ingente mar de palabras que nos rodea. El mutismo será la tabla sobre la que me mantendré a flote en estos océanos. Con él lograré elevarme sobre el sinfín de párrafos faltos de arte que se funden formando olas cada vez más embravecidas y opacas.
    Por el momento estoy inventando su presencia…
    Escapar del ruido. Hallar la playa. Contemplar el horizonte desde la arena. Desertar de la vida y dejar un elocuente silencio que será mi salvamento.

  81. PROMESA
    Perder la vida en el mar le parecía una muerte romántica. Los océanos eran hermosos cementerios; descansar bajo sus aguas, todo un arte. Era muy joven (y poeta). Sentado en el acantilado, imaginaba novelescos suicidios por amor. Allí estaba cuando naufragó aquella patera. Desde lo alto, contempló atónito las maniobras. Gritos, instrucciones, bultos cubiertos por mantas. Lanchas de salvamento surcando las olas. Cuando quiso darse cuenta, había descendido hasta la playa. Rechazaron su ayuda: era casi un niño. Llorando de impotencia, prometió consagrarse a evitar muertes como aquellas. Una zapatilla abandonada sobre la arena fue testigo de su promesa.

  82. Rosa Gómez Gómez

    IN EXTREMIS
    Mi vida se reducía a pescar, comer y dormir. Ante un mar de dificultades, decidí unirme a cuarenta personas más y atravesar parte del océano en busca de otro futuro. Nos dijeron que en unos siete días llegaríamos a Canarias, pero el motor se averió tras una tormenta, y quedamos a la deriva. Cuando los víveres escasearon, algunos de nosotros, conocedores del arte de la pesca, nos organizamos para sobrevivir. Pronto la situación se volvió desesperada por falta de agua, así que apostamos nuestras vidas a una sola bengala y si, el barco de salvamento acudió en nuestra ayuda.

  83. Mariana Martínez Pallarés

    Soltando amarras
    Mi vida adquirió valor el día en que me zambullí en el mar de sus emociones.
    En la inmensidad de los océanos descubrimos juntas el arte de la entrega sin reservas, arribando a salvamento una tras otra tormenta…
    Me pareció injusto retenerla en la agonía del dolor y, en un claro amanecer, le susurré: «Madre, ya todo lo aprendí. Asumo el relevo. Puedes soltar amarras».
    Con una agradecida sonrisa inspiró profundamente y echó, por última vez, las ya arrugadas cortinas de su inmaculada mirada.

  84. CAROLINA TORRES CABELLO

    Delirio marino.
    Mi vida no estuvo completa hasta que no vi el mar, olí su sal y me sumergí en él, desnuda, aquella noche de abril. La luna plateaba las aguas, ofreciendo un maravilloso espectáculo de luces y sombras.
    Allí, sola y rodeada del líquido primigenio, conocí a mi dios de los océanos, a mi Neptuno particular. Me hizo el amor con un arte como sólo un dios puede hacerlo, cabalgándome entre espuma, sumergiéndome y hundiéndose en mí hasta el fondo.
    Cuando me recogió el equipo de salvamento, tenía una sonrisa en los labios y mi vida tenía un nuevo sentido.

  85. Mª Jesús Andrino Ruipérez

    Cuando allí la vida se hizo imposible, se echó a la mar, con miedo, sí; con pena ¡claro! y lo más inquietante: sin saber ni conocer nada del peligroso mar que debía cruzar.
    En el poblado se hablaba mucho de quienes atravesando mares y océanos conseguían nuevas vidas, llenas de conflictos, esfuerzos y obstáculos, pero siempre mejores, decían.
    Intentarlo se imponía como un credo
    Había que retarse, subirse a la mísera embarcación y hacerse expertos en el arte de la supervivencia en la infinita travesía.
    Equilibristas de la vida
    …tuvieron suerte, dijeron, les recogió un impresionante equipo de salvamento.

  86. FORMENTERA
    Tras una vida entera queriendo viajar a aquellas aguas cristalinas, pudo conocer junto a él, aquel mar.
    Se conocían solo desde hacía unos meses, pero su pasado y deseo para el futuro les había unido fuertemente. Habían estado al mismo lado de los océanos, en distintas épocas, trabajando con la población indígena.
    Años después, desde aquella preciosa isla mediterránea, mientras plasmaban el paisaje como arte en sus lienzos, imaginaban el salvamento que en el adentro de esas aguas turquesas, estarían necesitando muchas personas en aquel instante. Y así, añadieron al plan de futuro su deseo de cooperar en la mar.

  87. DE ESPÍRITU SOLIDARIO
    Conectar con la vida de tío Felipe me emocionó. Iba temprano a pecar a la mar abierta y vendía lo obtenido a pie de playa. Más tarde, lo obligaron a vender en el mercado, pero no podía competir con las subastas de los grandes, por lo que se enroló en un trasatlántico y cruzó océanos, enseñó el arte de la pesca que era lo que mejor conocía, además del respeto que debían a esa manera de vivir los que se ganaron la vida luchando con las olas y formando parte del salvamento que era otro de los valores que le enseñaron.

  88. 3001: Otra odisea del espacio.
    Son nuestras últimas horas aquí. Mientras espero, recuerdo la historia del planeta Tierra donde surgió el milagro de la vida; cuando eran gotas en el mar y cómo perdieron su esencia al convertir el aire en ceniza y los océanos en plástico; cómo su vanidad preservó más el arte de los museos que la magia de la naturaleza.
    Pienso en todo ello cuando llega la última nave de salvamento que nos evacuará de este esquilmado planeta Marte, y corroboro que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, ya sea ésta terrícola o marciana.

  89. Amor Prohibido
    Pensar en finalizar el encargo de Francesco le paralizaba. La entrega del retrato significaba poner fin a sus encuentros, encuentros entre pintor y musa, su fuente de inspiración, el motor de su vida desde aquella primera vez en la que ella visitó su estudio. La juventud de Lisa sumió al viejo Leonardo en una mar de sensaciones desconocidas, su belleza en las turbulentas aguas de mil océanos embravecidos. Tras múltiples pretextos se ejercitó en el arte de prorrogar su obra a la que llamó en silencio salvamento y de la que ya nunca más se separó.

  90. Pilar Martinell Gispert-Saúch

    DESDE LA VENTANA

    Su vida era el mar, ese mar que ahora solo veía desde la ventana.
    Quiso conocer mundo y obtuvo encierro y hundimiento.
    Intentó evadirse con libros de viajes, de aventuras, de rutas por lejanos océanos, pero inesperadamente en el arte encontró su tabla de salvación, pintando este mar salvaje que llenaba sus sueños.
    En los lienzos que expresaban su angustia y su dolor, sutilmente despuntaba alguna luz tenue, algún color.
    Angustia por el recuerdo del difícil salvamento en el último minuto.
    Dolor por el viaje truncado y todo lo perdido.
    Color por su incipiente deseo de vida.

  91. Cristina Manías Fraile

    LA SIRENA
    Varada en una recóndita playa, entre la vida y la muerte, encontró a la enigmática sirena, a quien salvó con sus conocimientos.
    Ella le habló en una antigua lengua indescifrable. Había venido al mundo en un mar ya desaparecido. Llevaba milenios de periplo surcando mares y océanos, buscando a quien amar.
    Él no entendía sus palabras, pero cayó subyugado ante su belleza.
    Al anochecer, contemplaron juntos el cielo cuajado de estrellas y se deleitaron con el arte amoroso.
    Agradecida por el salvamento, ella le concedió el don de respirar bajo el agua, sumergiéndose juntos en las profundidades del océano.

  92. Pablo Aníbal Del Rosario Tosco

    Posé mi mirada en aquel azul oscuro y profundo. Era una cruel ironía que un medio tan lleno de vida como el mar pudiera ser increíblemente mortífero para el hombre. La calma y la paz que inspiraban los océanos y que habían sido captadas a la perfección en mil obras de arte eran una visión sesgada y engañosa. Desde la orilla, tal vez, aquel fluido inmenso podía parecer inocuo. Pero, sumergidos en él, rodeados por su inmensidad, sin comida ni agua, la imagen era muy distinta. Solo podíamos rezar para que acudiera el salvamento y aferrarnos a esa remota esperanza.

  93. Salvación

    Es difícil proteger la vida. Uno debe ser delicado como espuma de mar y fuerte como choque de océanos.
    Me dedico al rescate de pingüinos empetrolados. El oro negro afecta a sus plumas que empiezan a mojarse perdiendo flotabilidad y aislación térmica, entonces se van apagando como estrellas viejas y mueren de hipotermia.
    Sé que muchos de ellos no sobrevivirán, pero siento coser un remiendo terrestre si alguno logra nadar. En eso radica el arte del Salvamento.
    Alguna vez estuve empetrolado, con ayuda de otros, logré que el Azabache se deslice convirtiéndose en gotas de vida.

  94. HUMBERTO SALAS BENAVIDES

    Espejismo

    Las gotas de la noche inundan su desvelo. Junto a la soledad, ella observa la corta vida de una estrella fugaz en el firmamento. Un mar de posibilidades nace en su corazón. En el espejo estrellado, la ve cruzar entre faros y playas desiertas, por un continente, par de océanos. Desesperada pide un deseo ante su caída como un papel a la deriva, mecida por el viento.
    ¿A cuántos más efímeros rayos de esperanza esperará? Ilusionada teje con arte caminos sin salida, como salvamento al laberinto de sus sentimientos heridos. Somnolienta escucha los murmullos del amor distante. Amanece, sin él.

  95. Carmen Becerra Fuentes

    MADRES
    Vida mía, aunque un mar nos separe ahora, esta distancia no durará siempre. He cruzado el Mediterráneo, y cruzaría mil veces todos los océanos, para poner a tu disposición un futuro. He sido bendecida con un hijo que ha nacido para mejorar el mundo ofreciéndole su arte. En nuestro país no era posible. Sé que temías por mí, pero te escribo esta carta para que sepas que hay buena gente en todos lados, y que una operación de salvamento nos rescató en España. Estoy bien y pronto iré a traerte. Ten paciencia, hijo. Tu madre que te quiere.

  96. Víctor Valdesueiro Bernabé

    Anhelaba una VIDA de aventuras surcando el MAR en un indómito bergantín, pero se resigna a mantenerse a flote sobre OCÉANOS de facturas, llevando la aburrida contabilidad de una galería de ARTE.
    — ¡Tormenta, todos fuera de cubierta!—Gritó repentinamente sujetando el monitor.
    Corrió, chocando con la papelera, para fijar las velas con la grapadora.
    — ¡Grumete, haz acopio de provisiones!— Ordenó al becario señalando la cafetera.
    Giró el timón colocando la fotocopiadora en sotavento para buscar refugio en la sala de reuniones.
    — Conseguido— pensó aliviado al ver llegar a los equipos de SALVAMENTO con luces, sirenas y una camisa de fuerza.

    1. Víctor Valdesueiro Bernabé

      INDÓMITO BERGANTÍN
      Anhelaba una VIDA de aventuras surcando el MAR en un indómito bergantín, pero se resigna a mantenerse a flote sobre OCÉANOS de facturas, llevando la aburrida contabilidad de una galería de ARTE.
      — ¡Tormenta, todos fuera de cubierta!—Gritó repentinamente sujetando el monitor.
      Corrió, chocando con la papelera, para fijar las velas con la grapadora.
      — ¡Grumete, haz acopio de provisiones!— Ordenó al becario señalando la cafetera.
      Giró el timón colocando la fotocopiadora en sotavento para buscar refugio en la sala de reuniones.
      — Conseguido— pensó aliviado al ver llegar a los equipos de SALVAMENTO con luces, sirenas y una camisa de fuerza.

  97. Martha Menéndez Montenegro

    Instrucciones para hacer un ritual de protección en tu viaje
    interior:

    Primero, tienes que canalizar una vida pasada con una vela
    blanca y perdonar tus errores.
    Segundo, ir al mar, caminar con pies descalzos en la arena,
    cerrar los ojos y dibujar tu mapa.
    Tercero, subir a una montaña rusa de deseos en la que puedes
    llorar, reír, gritar y alzar las manos.
    Cuarto, entra a la iglesia y medita.
    Quinto, invoca la fuerza de los océanos para pedir que te den
    valor.
    Sexto, tener presente que vivir es un arte que conlleva
    encontrar personas que serán tu equipo de salvamento.

  98. EL APRENDIZAJE DIARIO

    Se aferraba a la vida como un naufrago a un trozo de madera en medio del mar. Parecía que esta se había convertido en algo muy parecido a lo que ocurre cuando el Océano Atlantico y el Pacifico se quieren juntar. como si se tratara de una obra de arte la linea que separaba sus dos mundos era profunda. Encontrar equilibrio entre ambos era la meta. Cada mañana al levantarse se miraba en el espejo hasta que encontraba en su propio reflejo la fuerza suficiente para no necesitar una tabla de salvamento, salir al mundo y vivir.

  99. LA RÚBRICA

    – ¡No me había reído tanto en toda mi vida!
    – Me encanta tu risa… Ahora sólo falta que digan sí.

    Sintiendo la leve brisa que llegaba desde el mar, suspiraron al unísono mientras sus dedos jugaban torpemente a acariciarse durante aquel nervioso paseo junto a la playa.

    Caminando soñaron, de nuevo, con viajar por montañas, recorrer desiertos y atravesar océanos todavía desconocidos.
    Tan sólo faltaba la confirmación de la venta de aquel cuadro, una genial obra de arte.

    Al alcanzar el puesto de salvamento, sonó el teléfono.

    – ¿Si?
    – Buenas tardes, está hecho, han firmado.

    Y, entonces, rompieron a llorar.

  100. Patricia Collazo González

    Otras formas de naufragar
    Otra vez su vida era un mar de dudas. Naufragada su última relación, océanos de incertidumbre la rodeaban ¿en qué había fallado? ¿por qué todos los hombres tenían el arte de exprimirle el alma para desecharla sobre la playa de una isla desierta?
    Esta vez sería distinto. Antes hubiera disparado bengalas para atraer salvamento. En cambio, se adentró en la isla. Hurgó en sus volcanes interiores, nadó en sus propias lágrimas y sobrevivió alimentándose de frutas salvajes cuya existencia desconocía.
    Recién entonces se vio capaz de volver a la civilización. Lo hizo despacio, brazada a brazada. Sabiéndose al fin, suficiente.

  101. Mariana Martínez Pallarés

    Soltando amarras

    Mi vida adquirió valor el día en que me zambullí en el mar de sus emociones.
    En la inmensidad de los océanos descubrimos juntas el arte de la entrega sin reservas, arribando a buen puerto con cada salvamento.
    Vencida la última tempestad, me pareció injusto retenerla en la agonía del dolor y, en un claro amanecer, le susurré: «Mamá, ya todo lo aprendí. Asumo el relevo. Puedes soltar amarras».
    Con una agradecida sonrisa inspiró profundamente y echó, por última vez, las ya arrugadas cortinas de su inmaculada mirada.

  102. Mariana Martínez Pallarés

    Se nos perdió el amor

    -Toda una vida estaría contigo
    -Ya, pintando estelas en el mar, ¿dónde irás?
    -A recorrer los océanos, a donde tú me llames, pues tuyo soy hasta el final.
    -Claramente, el amor es un arte.
    Y así fue como la Ramona, se fugó en un velero con el hijo del cartero, cayó al agua y, dando zarpazos, pensando en su salvamento, perdida, sin rumbo, se esfumó, como una ola.

  103. Mariana Martínez Pallarés

    Inspiración

    Ansiaba una vida alejada de la rutina.
    Buscó oxígeno en el mar, quien le presentó a los océanos y, estos, a los siete continentes…
    Y así, abriéndose al mundo, de sus manos surgió el arte, salvamento de la humanidad.

  104. Adriana Rebeca Strupp

    ALUMBRAMIENTOS

    ¡Por mi VIDA! ¡Nooo! ¿Desalojarme? Me gusta este “all-inclusive” en el MAR. Hay otros OCÉANOS, dicen. No importa. Aquí estoy bien. Me cuesta moverme, es pequeño, pero cuando la señora descansa ejercito el ARTE de la elongación.

    ¿Adónde corre señora? ¡No empuje! Me está aplastando. ¿Sacó el tapón? ¡Mi mar! ¿De cabeza por ahí? ¡Es demasiado estrecho! ¡Paaareeee! ¿Y el SALVAMENTO? ¡Me empuja! ¡Ayyyyy!

    Cuarenta años después:
    – Señor psicólogo ¿dice que no fue desalojo? ¿Sólo una mudanza? ¿Irme ahora? ¡Ni loco!
    – Má, aunque no hay mar me gusta este all-inclusive ¡No empujes má! ¡Paaarááá! ¿Otra vez? ¡Ay! ¡No!

  105. Isabel Domínguez Elías

    FIEL A SI MISMO

    Las instrucciones eran claras, no detenerse por ningún motivo, llegar a puerto cuanto antes y entregar la mercancía, sin complicaciones, o las consecuencias económicas serían inasumibles y el despido le esperaría sobre la mesa.
    Pero cuarenta y dos años de vida robada al mar, océanos de llanto sin derramar por los amigos perdidos en las aguas y , sobre todo , el no haber aprendido jamás el arte de mirar hacia otro lado , fueron más fuertes. El capitán giró el timón y emprendió el salvamento de aquellos desafortunados que se hundían en el Mediterráneo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *