PRÓLOGO DE PALOMA PEDRERO
Busco los sinónimos de esta palabra “solidario” en mi propio ordenador. Por orden dice así: adherido, asociado, responsable, copartícipe, fraterno, fusionado, anejo, unido, recíproco, devoto, fiel…
Faltan dos palabras para mí fundamentales, compasivo y justo. Porque la compasión nos hace ver, y el sentido de la justicia nos hace actuar. La capacidad de sentir con el otro, algo que tienen casi todas las personas, salvo los psicópatas, no es suficiente para la solidaridad. La mayoría de estas personas se resignan a dolerse y creer que no se puede hacer nada, que es ley de vida o algo parecido. Los justos, sin embargo, se dan cuenta enseguida de que eso que ven es fruto de una injusticia social contra la que hay que luchar. Y se ponen en marcha. Ser solidario es estar en marcha, como hace Mar Olayo, como hacemos todos aquellos que entendemos que, aunque sea un micro granito de arena, hay que ponerlo en esta playa mísera que es el mundo. Como decía el poeta “Esos son los imprescindibles”.
Mi labor social, compaginada siempre con la dirección y autoría teatral, ha sido hacer con las personas sin hogar o excluidas, lo único de lo que se un poquito, teatro. Comencé hace 26 años, cuando una mujer “imprescindible” Carmen Sacristán, entonces presidenta de la Asociación ahora llamada “Hogar sí”, me ofreció hacer un taller de teatro con personas que vivían en la calle. Acepté sin saber bien donde me metía y nunca le agradeceré suficiente a Carmen su regalo. Hacer teatro con ellas y ellos, a pesar de todas las fatigas, se me arraigo en el alma como algo fundamental. A partir de ahí, y con el tiempo, comprendí que eso es lo que quería hacer con mi cuerpo también. Es decir, pondría mi presencia en el lugar donde esa gente necesitara de mí. Poco a poco, y gracias a los propios “sin techo” esa labor fue creciendo y en 2008 estrenamos nuestro primer espectáculo teatral a lo grande. La obra “Caídos del cielo”, que escribí para ellos, formó parte del festival de otoño de Madrid, y fue tal el éxito que el propio teatro Fernán Gómez, nos proporcionó hacer una temporada en su escenario. A partir de ahí, y con un equipo pequeño pero maravilloso de solidarios, nos vimos en la necesidad de crear nuestra propia Asociación y como era manifiesto, la nombramos como “Caídos del Cielo”. Y ahí seguimos. Hemos realizado ya nueve montajes teatrales, estrenándolos en los mejores teatros de la capital. Porque la fórmula es casi infalible. Primero reunimos a las personas más necesitadas y que, por supuesto, les guste actuar; después comenzamos talleres de arte dramático con ellas, mezclándoles con jóvenes estudiantes o veteranos interpretes que necesiten una manita también. Cuando nuestros “Caídos” ya están formados, cosa que puede durar uno o dos años, vemos que texto escribir para ellos según la necesidad del colectivo mayoritario. Hemos trabajado con personas sin techo, inmigrantes y refugiados; personas LGTBI (transexuales) o en soledad no deseada, entre otros. Mientras, en paralelo y esto es lo más duro, vamos buscando ayudas económicas para hacer una producción digna y hermosa. Para eso contamos con algunos actores profesionales, mezclados sin diferencia con nuestros intérpretes, y con un equipo artístico de alto nivel en cuanto a escenografía, luz, vestuario, música, coreografía… ¡Y a ensayar! Normalmente los ensayos son largos y menos condensados, pero siempre con un grado de compromiso y seriedad altísimo, y siguiendo unas normas estrictas. No, fácil no es, todo lo contrario, pero es tan intenso, tan bello, tan con sentido, que da sentido a la vida.
Hemos gozado de numerosos e importantes reconocimientos artísticos y sociales. Y, aunque siempre en la cuerda floja por el puñetero dinero, vamos hacia delante deteniéndonos solo a coger aliento.
Ahora, el próximo 3 de octubre, volvemos a estrenar en nuestro teatro de origen, el Centro Cultural Fernán Gómez de la plaza de Colón. Esta vez la obra se titula Isla y cuenta con 18 interpretes en escena. Hemos convertido la sala en una playa y nuestros “Caídos” serán los indígenas de una isla virgen que explicarán a su tribu, el público, como son y como viven los papalagis. Es decir, nosotros, los hombres y mujeres llamados “civilizados”. La crítica, con humor y amor, está servida. La fiesta también en esta maravilla locura.
Y ahí estamos, en marcha, junto a tantos solidarios como estas amigas de “Cinco palabras” que siempre nos apoyan.
Gracias, gracias y gracias a todos los que habéis leído estas palabras. Sois nuestra tribu.
Paloma Pedrero
Reseña de Paloma Pedrero
Ahora CAÍDOS DEL CIELO está a punto de estrenar una nueva obra: ISLA, que representarán del 3 al 29 de octubre en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. Isla es una obra escrita por Paloma Pedrero (fundadora y presidenta de CAÍDOS DEL CIELO) y codirigida por ella misma y Pilar Rodríguez que refleja la sociedad actual a través de los ojos ingenuos y penetrantes los indígenas de una isla virgen. El montaje invita a los asistentes a trasladarse a una playa salvaje de esa isla perdida en el inmenso océano, donde se esconde un secreto. El público se convierte en la tribu y los actores, como embajadores indígenas que han viajado a la civilización, exponen los ritos y costumbres de nuestra sociedad. Así se genera una radiografía llena de humor y sin prejuicios preestablecidos de nuestros vicios y de la forma en la que nos comportamos.