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CINCO PALABRAS DE THERESA ZABELL

El pasado 16 de mayo de 2024 tuvo lugar la graduación del XX Edición Curso de Especialización en Dirección de Fundaciones, organizado por la AEF en colaboración con la Universidad CEU San Pablo y la Fundación Rafael del Pino.
El acto de clausura contó con la conferencia ‘Una carrera deportiva para crear conciencia’ de Theresa Zabell – OLY 🥇🥇, campeona olímpica y Presidenta de la Fundación Ecomar. Cuidamos el Mar, que se dedican a la educación, sensibilización y protección de los océanos.

Mar Olayo, nuestra presidenta, tras recibir su diploma como graduada en este excelente curso, no dudó en acercarse a Theresa para felicitarla por su ponencia y explicarle que sus cinco palabras relacionadas a los cinco aros olímpicos serían las cinco palabras para nuestros relatos solidarios. Ella aceptó encantada.

Queremos agradecer a todos los alumnos y profesores de este magnífico curso, el cariño y el apoyo a nuestra fundación.
Escucha cómo Theresa Zabell explica lo que para ella significan estas cinco palabras:

THERESA ZABELL LUCAS

Nació en Reino Unido de padres británicos, pero pronto vino a vivir a España, primero a Tenerife y unos años después a Málaga. En 1975 comenzó a practicar la Vela en esta ciudad.
Participó en dos Juegos Olímpicos de Verano, obteniendo dos medallas de oro en la clase 470, en Barcelona 1992 y en Atlanta 1996.
Ganó cuatro medallas en el Campeonato Mundial de 470 entre los años 1992 y 1996, y tres medallas de oro en el Campeonato Europeo de 470 entre los años 1991 y 1994.
En 1994 fue nombrada Regatista Mundial del Año por la Federación Internacional de Vela. Se retiró de la competición a finales de 1998. Paralelamente con su actividad deportiva, realizó estudios de licenciatura en Informática y Márketing.
Entre los años 1999 y 2004 fue eurodiputada en el Parlamento Europeo por el Partido Popular Europeo. De 2007 a 2014 ocupó el cargo de vicepresidenta primera del Comité Olímpico Español.
En 1999 creó la Fundación Ecomar, de la que es presidenta.

Otros reconocimientos

Desde Cinco Palabras tenemos compromiso moral de colaborar en cuidado de lo océanos, por esta razón ECOMAR será una de nuestras causas del mes en el 2025 con la  que colaboraremos además con la canción solidaria de nuestra Embajadora de los Océanos, Cecilia Blanco, «El Grito Mudo del Mar»

Las Cinco Palabras del mes de Junio de THERESA ZABELL LUCAS son ...

¡Gracias Theresa por regalarnos tus Cinco Palabras!

Escribe tu relato solidario siguiendo las siguientes normas:

1. Extensión máxima 100 palabras. 

2. No se cambiará la posición de las palabras.

3. No se modificará el género ni el número de las palabras proporcionadas.

* Se eliminarán los relatos que no cumplan las normas.

NOTA: Nos reservamos el derecho de la publicación de los relatos. Se eliminarán relatos ofensivos o insultantes hacia cualquier país, pueblo, animal o personal que puedan herir la sensibilidad del lector.

1. Incluir las cinco palabras publicadas semanalmente a través de la web – manteniendo el orden en que se han ofrecido – sin modificar género ni número

2. Extensión máxima: 100 palabras

3. Idioma: español

Este juego literario ha sido una herramienta para dar difusión, no solo a los propios escritores y sus relatos, sino también a las causas mensuales con las que la Asociación ha estado colaborando. En marzo de 2023 la Asociación Cinco Palabras se transforma en la Fundación Five Words, que pretende dar continuidad a la labor realizada por la Asociación en sus 10 años de vida, manteniendo su Misión de “Hacer un mundo más digno a través del Arte”. En coherencia con este objetivo, la Fundación Five Words (en adelante, la Fundación) pone en marcha este concurso de microrrelatos, para fomentar la escritura y promocionar a los escritores que, a su vez, con sus relatos, ayudarán a la difusión de las causas solidarias mensuales de la Fundación. El Concurso mantendrá las reglas del juego literario antes detalladas y constará de dos fases: mensual y final. La primera edición de este Concurso dará comienzo el día 1 de abril de 2023 y finalizará a las 23.59 horas del 29 de febrero de 2024 (hora peninsular española). El premio está dotado con 5000 euros, distribuidos de la siguiente forma: 

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99 comentarios en “CINCO PALABRAS DE THERESA ZABELL”

  1. Sueño de papel

    La exhibición aérea sobre la playa del Postiguet cautivó su mente infantil. Quedó prisionero del sueño de volar elaborando esas formaciones imposibles. Sabía que tendría que hacer un gran sacrificio, vivir años de entrenamiento extenuante lejos de casa. Pero también se imaginaba formando parte de aquel equipo de pilotos de precisión milimétrica, ejecutando cada acrobacia con perfecta estrategia. Solo los mejores tendrían esa suerte.
    Desde aquel día, su obsesión es prepararse. Ni los juguetes ni las tardes de parque logran distraerlo. Un día, se unirá a esas Águilas del aire. Lo sabe: su avión de papel ha hecho un tonel.

  2. QUERIDO LECTOR

    -Querido lector: Aquí estamos frente a frente. Yo pretendiendo ser el relato que vas a leer y tú, la intriga de reconocerte entre mis líneas. Recuperaré algún sueño, despertaré emoción y también tu miedo. Sí, sobre todo, me interesan tus miedos. Tu sacrificio, oscuridades y secretos inconfesables te los pondré delante y, lo sé, llegarás a odiarme, pero somos parte indivisible de un equipo.
    -Es el escritor quien elabora la estrategia, tú sólo eres producto de su invención -apostilló el lector.
    -¿Invención? ¿Crees en la suerte? Yo guío la mano que escribe lo que la vida ya dictó con antelación.

  3. Sola, entre tantos
    Desde pequeña el sueño fue persistente tanto como ella para poder cumplirlo. El sacrificio de postergar todo y a todos para integrar el equipo era constante, silencioso e invisible para la mayoría de los ajenos. La estrategia implementada había funcionado. Nunca fue la preferida ni la primera opción, pero siempre estuvo a la altura de todo lo solicitado. Logró clasificar, viajar y pasar a la instancia final. Y, a pesar de ser la única que pudo llegar a ese instante, lo que le dijo su entrenadora a último momento, casi con desdeño, la terminó de marcar: “¡Suerte!”

  4. Angel Toribio Sevillano

    PARÍS, 2024

    Theresa tenía un sueño.
    — Con esfuerzo y sacrificio conseguirás todo lo que te propongas, mi niña — insistía siempre su padre. Ella se esforzó, se sacrificó y destacó en todo lo que se propuso; a buen seguro sus padres estarían muy orgullosos. Adquirió por internet el equipo necesario, infinidad de libros de estrategia y un curso intensivo de francés, y cuando consideró que estaba preparada se embarcó rumbo a París. Por suerte había elegido la natación como disciplina olímpica, porque no tuvo más remedio que alcanzar la costa a brazadas cuando la patera zozobró en las frías aguas del estrecho.

  5. Nerea Gómez García

    Levantarse con sueño era ya algo normal, pero como le decía siempre su madre «es importante hacer algún sacrificio si quieres lograr alcanzar tus objetivos».
    Decidida sale a la calle cargada con todo el equipo. Su estrategia era clara: llegar antes de que saliera el sol para poder coger un buen sitio, lo demás era cuestión de suerte. Llevaba meses inmortalizando amaneceres desde distintos puntos de la ciudad con el objetivo de hacerse un hueco en el mundo de la fotografía. Pero hoy el sol jamás salió por el horizonte.

  6. ALICIA: MUNDO REVUELTO
    Una tarde tuve un sueño que recuerdo sin demasiado sacrificio. Bueno; alguno sí porque se me ha borrado un poco. Fue apasionante, aunque a veces temerario. Todo empezó por un conejo que me llevó a través de una cueva a un mundo increíble, en el que conocí a una liebre, a una lagartija y hasta a una reina! Pero no formaban equipo. Su estrategia, si tenían alguna, no era la misma. Unos querían protegerme y otros cortarme la cabeza. Suerte despertar al escapar de unos naipes y entonces me pregunté, qué mensaje me estaba mandando ese sueño…

  7. RAQUEL HERNÁNDEZ CONTRERAS

    EL CAMINO

    Tengo sueño y no solo sueños. El sacrificio que mis ojos revelan con el púrpura de las noches que me acompañan. La táctica de un equipo en el que ahora somos tres. La luna que me grita que la estrategia de hoy no es la misma que la de ayer. No todo se debe a la suerte; aunque a veces un poquito ayuda, calma, te permite respirar. Puede que la mayor de ellas sea creer en ti.

  8. Sofía García Gómez

    El sueño de Valentina

    Su sonrisa reflejada en su pupila canela, mientras él la admiraba como si hubiera visto la mujer más guapa de la tierra. Para David, Valentina lo era, aunque acabara de despertar de un profundo sueño. Siempre había tenido miedo de perderla, caminaba de su mano cuando paseaban. Tampoco la soltaba cuando iban a la piscina, sacrificio enorme para David, odiaba nadar. Juntos, eran un equipo increíble, aunque a veces, cada uno tenía su estrategia y jugaban de forma distinta. David aún no era consciente de la suerte que tenía de ser su papá y ver su sonrisa todas las mañanas.

  9. EL RESCATE

    Desperté de un sueño que era una pesadilla. Sudado y con la respiración agitada, recordé cómo veía morir a mi padre en un sacrificio ritual. Cerré los ojos y volví a verlo. Los apreté con fuerza para dormirme de nuevo. Esta vez era distinto: sabía que estaba soñando y podía hacer lo que quisiera. Agarré mi equipo de montañismo (no escalaba, pero en mi sueño sí), y planeé mi estrategia. Tuve la suerte de despertarme justo enseguida después de rescatarlo. Porque a mi padre nadie lo va a venir a sacrificar, ni en mis sueños ni en los de nadie.

  10. Marcela Bastías Alarcón

    El Gol

    El sueño de Pedro desde pequeño fue ser futbolista. Su padre, un humilde carpintero, logró con sacrificio comprar un balón de fútbol para él.
    El veinte de agosto del 2023 debutó en el equipo del barrio, y utilizando como única estrategia sus ansias de clavar un gol, se lanzó a correr por la cancha, sobrepasando a la defensa.
    Se oyó un grito ensordecedor de gol, que se sumó a las celebraciones en la cancha de tierra. Olga Carmona coronaba el triunfo de España, mientras Pedro lloraba emocionado, agradecido por su suerte, creyendo que aquellos gritos eran para él.

  11. RAÚL GARCÉS REDONDO

    EXCLUSIVA

    El periodista con ínfulas tenía el sueño de convertirse en toda una estrella mediática y aquella era su oportunidad de lograrlo. Había viajado hasta lo más profundo de la selva para presenciar un auténtico sacrificio. Ésta vez no quiso que su equipo le acompañara, no deseaba compartir el mérito. La estrategia era sencilla, ganarse la confianza de los indígenas obsequiándoles con baratijas. Estaba tan entusiasmado que no sospechó cuando lo situaron sobre el altar. ¡Qué suerte! En primera línea, se felicitó mientras con su cámara grababa sin perder detalle como descendía sobre él el afiliado cuchillo de obsidiana.

  12. Ana Marina Donnari

    Tras las Huellas
    Fijo la mirada en el cemento de la línea de salida, escucho mi respiración acompañada por el galopante corazón. El sueño que una vez fue está a punto de desbordarse en la realidad inminente. Mi mente recorre tantos días de sacrificio, de los cuales las llagas de mis pies son testigos fieles. Por el rabillo del ojo, veo a mi equipo detrás de las vallas, aplaudiendo junto a la multitud, uniéndose en aliento. Me concentro aún más, recordando la estrategia mil veces estudiada, esperando que, con un poco de buena suerte, logre vestir mi cuello con la medalla dorada.

  13. Gloria Guerrero Bracho

    Antes que suene la alarma
    El sueño fue tan real. Me levanté sudando. El reloj aún marcaba las 5:00. En media hora sonaría mi alarma. Mis amigos no entendían como podía hacer el sacrificio de madrugar tanto cada día para, a su parecer, ‘echar unas canastas’. Me limpié el sudor con la camiseta y fui a la ducha. Reflexioné sobre lo que había soñado: la temible derrota. Pero sabía que no iba a pasar. Mi equipo era el mejor de toda la liga. Nuestra estrategia en el campo era perfecta. Además, ˗como me repetía cada mañana˗ la suerte no se tiene, la suerte se madruga.

  14. María Inés López

    El eclipse

    El vuelo salía a las 3 am y se rendía de sueño, pero el sacrificio valía la pena. Igual, cuando menos lo pensó ya abordaba hacia África. El tiempo voló, pero no llegó a tiempo. La sangre solar se derramaba y llovía fuego por doquier, -deténganse, deténganse- gritaba. Entonces, pensó rápidamente en su estrategia, sacó su equipo, dirigió su objetivo, enfocó y disparó. La Luna estalló en un segundo, pero la suerte ya estaba echada. El sol feneció y sus lágrimas cayeron sobre los tiquetes, del avión que perdió por quedarse dormida en la cafetería de la sala de espera.

  15. Carolina Plata Vedia

    EL GRAN DÍA
    Llegó el día de cumplir el sueño, que tanto habían deseado. Tanto sacrificio, había valido la pena para formar ese gran equipo, que actualmente estaba valorado como uno de los mejores a nivel mundial.
    La estrategia a seguir la llevaban estudiando varias semanas atrás, y aquella mañana, cada uno tenía muy claro cuál iba a ser su función.
    La operación de la extirpación del tumor, iba a ser muy complicada por la ubicación donde se encontraba, pero a pesar de ello, lograron realizarla por primera vez en la historia de la medicina.
    La suerte estaba echada, sólo cabía esperar…

  16. Diana García Menéndez

    No era mi sueño, desde un principio, tener descendencia. Pero no fue un sacrificio para mí (para otros sí). Cierto es que no lo había planeado. Deseaba conocer más allá de mi tierra, mi entorno y conseguir ciertas metas. Todo ello tendría que postergarse. La llegada de una hija, después un hijo, modificaron los planes y los tiempos. Pero formamos un inesperado equipo que descubriría las posibilidades de la vida. Juntos encontraríamos respuestas, sin apenas estrategia, aun faltando grandes apoyos. No necesitábamos suerte. Éramos nosotros quienes creábamos nuevas e infinitas oportunidades. Nos levantaríamos cada vez que nos tumbaran.

  17. Miguel Angel Zarzuela Ramírez

    EL ASCENSO

    He perdido el sueño de tanto dar vueltas al asunto. El sacrificio que requiere el ascenso es muy grande y no sé si estoy dispuesto. Tampoco sé si estoy preparado, por mucho que me digan. Tendría un gran equipo de apoyo, sí, y la estrategia diseñada parece prometedora; sin duda, es mi gran oportunidad de llegar a la cumbre. También cuento con la gran suerte del apoyo incondicional de mi familia, y todo ello sin mencionar el dinero, tan importante siempre.

    La propuesta de expedición al Everest me crea tantas dudas…

  18. Matias Pablo Bonggi

    GAMBETA

    En un sueño, M. se imaginaba jugando en el Barcelona, entregándose al sacrificio de la
    gloria. Hoy la cancha era un polvoriento baldío detrás de las ruinas de una mezquita
    destrozada. Solían jugar cinco contra cinco con una pelota desinflada que había sobrevivido
    más que algunos jugadores. Ahora eran solo cuatro en el equipo; para ganar, la estrategía
    debía ser implacable. Al arquero lo había alcanzado una bomba el jueves pasado y seguía en
    la guardia médica. M. contenía las lágrimas mientras corría la pelota. La suerte lo
    consolaba, la bomba solo había caído a metros de su tienda

  19. Alicia Tello Mahiques

    La carrera de mi vida.

    Después de un rato mirando las musarañas, el sueño se apoderó de mí y me quedé dormido. Soñé con la victoria, soñé que el sacrificio había valido la pena, soñé con mi equipo celebrando el triunfo. Entonces presentí como habíamos llegado hasta allí. La estrategia, esta vez, había funcionado. Incluso el pañuelo atado al manillar, mi amuleto, nos había traído suerte. Pero, el estremecedor ruido del impacto de mi cuerpo contra el asfalto me devolvía a una realidad muy distinta, la de la cama del hospital en la que, postrado, me debatía entre la vida y la muerte.

  20. La divina Eulalia

    Juntos

    El lapicero dijo que tenía sueño, estaba cansado de tanto sacrificio a deshoras. Pese a formar un buen equipo no utilizaban la estrategia adecuada y tampoco tenían suerte. Así que regresaba a sus orígenes: ese árbol mutilado donde han ido afilando los poemas, a lo largo de la historia, sus ganas de ser jaguares. Le siguieron los limones y la luna, las ciudades y la aurora, los cuchillos y la sangre. Federico gritó que aguantaran otra noche, sola una, hasta que surgiera un verso, uno solo, que los lanzase al vacío o al deseo. Murieron todos juntos al amanecer.

  21. La lucha final

    El sueño lucha por vencer, pero nos negamos a rendirnos. Después de tanto sacrificio, ha
    llegado el momento de luchar. Bajo la lluvia, nos abrazamos; el equipo está unido. La
    estrategia está clara y la suerte está echada.
    – Vamos, ha llegado el momento de ganar

  22. ROSA MARÍA CÁCERES JURADO

    ALZAR EL VUELO
    Siempre sentí fascinación por las cigüeñas. Como en un sueño, recuerdo que desde niña me escapaba a buscarlas para ver cómo, con sacrificio, hacían sus nidos en las chimeneas de la antigua fábrica de vidrios y cómo, formando equipo en parejas, conquistaban con alguna estrategia animal los campanarios del pueblo, que más tarde dejarían yermos cuando, buscando mejor suerte, marchaban a África a finales del verano.
    Cigüeñas, eran todo en lo que podía pensar cuando el ginecólogo me comunicó que no había latido.

  23. María Laura Bonoris Höchli

    Cariño eterno
    Tu esencia estuvo presente como protagonista, en cada sueño de mi vida, sin conocerte. Luego de buscarte, saber que existías y con el tiempo encontrarte fue un gran sacrificio dulce e intenso.
    A partir de ese momento, el equipo lo formamos tú y yo, los dos. Y la mejor estrategia, después de probar una cantidad innumerable; para esta relación, que recién se iniciaba, consistió en amarnos con el alma de manera pura.
    El resultado: un hilo de suerte y felicidad que a través de los años tejimos entre ambos y nos envolvió uniéndonos para siempre.

  24. Dora Cristina Cañas Betancur

    Del ser o no ser una abeja
    Anita siguiendo el tic tac del reloj, entró en el más profundo sueño. Luego, ella sin saber si estaba soñando o era la realidad, recuerda del sacrificio que tuvo que hacer en el fuerte invierno de 1968, en el cual trabajando en equipo, siguiendo la estrategia de la abeja reina, logró traspasar la barrera del tiempo, apareciendo sana y salva en el verano de 1998, ya no siendo la abejita más traviesa e inquieta del panal, sino la hija del mecánico y la modista del pueblo, ¿suerte o casualidad? o… ¿será algo así como lo que llaman reencarnación?.

  25. ESPERANZA
    El sueño era un privilegio en esa situación. Apostado entre los cascotes de ladrillo y hormigón de aquel edificio, solo podía pensar en el inútil sacrificio que estaban haciendo. En su boca, un cigarrillo apagado por la humedad del rocío de la mañana, en su bolsillo, las placas identificativas de sus antiguos compañeros del equipo de rugby de Belfast. Aquel conflicto carecía de estrategia, era un suicidio. Calibro la mira lentamente y cuando su agotada pupila pudo enfocar la vista, divisó un pequeño trébol de cuatro hojas erguido entre aquel infierno…quizá ese día tendría algo de suerte.

  26. “El susurro de la noche”
    En la quietud de la noche, el sueño se desvanecía como un susurro perdido en el viento. Había algo casi ritual en mi sacrificio, en esas horas solitarias frente a la máquina de escribir, donde cada tecla presionada era un eco de mis pensamientos más profundos. Mi equipo era una colección de recuerdos y fragmentos de vida, piezas de un rompecabezas que apenas lograba entender.
    La estrategia era simple: seguir escribiendo, dejar que las palabras encontraran su propio camino. Pero sabía que la suerte siempre jugaba su papel, esa fuerza invisible que podía torcer el destino en un abrir y cerrar de ojos. Y así, en medio de la incertidumbre, seguí tejiendo historias, buscando sentido en el caos de la existencia.

  27. La quimera
    El sacerdote me aconsejó no perder tantas horas de sueño en una quimera.
    -El verdadero sacrificio -aseveró- reside en ser moralmente sano a los ojos de Dios.
    No acordaba con eso de conformar un equipo misceláneo, una organización cuya estrategia fuera la solidaridad, la igualación en los derechos humanos básicos sin importar las particularidades de sus integrantes.
    -Quimera es la caridad, Padre -le dije-, hacer creer que derrama ayuda desde un promontorio sagrado.
    Inmediatamente me dijo que me cuidara de caer en el comunismo y me deseó suerte.
    Le prometí regresar pronto, a sabiendas de que no lo haría.

  28. INMACULADA JIMÉNEZ CAMPOS

    Título:
    Constancia y empeño

    Algunas personas, ya desde pequeñas, sobresalen por su ingenio; pues tienen arte, talento, una gran capacidad y destreza para realizar y obtener lo que desean.
    Pero para el resto de los mortales no hay SUEÑO, en esta vida, que no se consiga sin SACRIFICIO. Si quieres algo, primero debes visualizarlo y luego trabajar duro y en EQUIPO. Pensar, buscar y encontrar una ESTRATEGIA para seguir adelante y confiar que con todo esto y un poco de SUERTE, podrás alcanzar aquello que te propusiste. Esto llévalo a todos los planos de tu vida y posiblemente llegue el tan ansiado éxito.

  29. −Ningún sueño se cumple sin capacidad de sacrificio.
    Estas palabras tópicas las suelta el entrenador al equipo, que en realidad espera una estrategia útil, no una frase bonita. Añade:
    −Divertíos, y que tengáis suerte.
    Como capitán del equipo de fútbol-7, intervengo:
    −¿Alguna indicación concreta, míster?
    −Sí. No quiero patadas a los funcionarios. No quiero que nadie vaya al hospital. Esto es un partido de fútbol, no un ajuste de cuentas.
    Nos miramos y asentimos.
    Reproduzco mentalmente el plano de los sótanos de la enfermería. Me gustaría llevarme la copa a mi celda, pero ¡echo tanto de menos a Celia!

  30. EL NIDO SE QUEDÓ PEQUEÑO
    Estaba siempre en un universo paralelo y perdido en su imaginación. Decía que su sueño era volar y conocer otros lugares. No le importaría el sacrificio que le ocasionara. Por ello, sus padres prometieron proporcionarle el equipo adecuado, tanto para montaña, agua, desierto o universidad internacional. Primero le hablaron de preparación, disciplina, mucha fuerza de voluntad y, sobre todo, estudio. Debía pensar como subsistir. Después, diseñaron la estrategia que le convenía y deseándole suerte, cuando cumplió la mayoría de edad y supieron que estaba preparada, le colocaron las alas y la dejaron partir.

  31. Sueño con humor
    Un sueño es como cuidar una planta: ¡un gran sacrificio!
    Requiere dedicación, paciencia, a veces, un poco de conversación con las hojas para que no se sientan solas. ¡Ah¡ y un poco de amor.
    Si alguna vez sientes que no puedes solo, no dudes en reclutar un equipo. Pero no te preocupes, no necesitas un ejército, solo unos cuántos locos apasionados como tú. Podréis diseñar una buena estrategia (o al menos algo que no parezca un desastre total). Veréis cómo ese sueño se hace realidad. No será cuestión de suerte, sino del esfuerzo y… un poco de café y risas.

  32. Recurrencia

    ¿Fue un sueño dentro de otro?
    Vi al padre llevando a su hijo al sacrificio. No era ayer, no era Abraham.
    Un equipo mandaba a los jóvenes (como siempre) a la guerra.
    Sin estrategia alguna, se escuchaba el grito de: “Suerte”.

  33. Laura Sorlózano Trigos

    SUEÑOS AMIG@ MÍ@

    Un SUEÑO por cumplir en esta vida, que es única. Sueños que se cumplen sin buscarlos ni esperarlos, que llegan sin previo aviso, como un flash, como un regalo. La mayoría no son fruto del azar, más bien del SACRIFICIO, de la constancia, del empeño y el esfuerzo que pongamos para alcanzarlos con nuestras manos. Sueños individuales en lo más intrínseco de cada ser. Sueños globales a la humanidad que requieren entendimiento, trabajo en EQUIPO y una ESTRATEGIA común a desarrollar por y para todos. El último factor no depende de ti amig@ mí@, la SUERTE.

  34. SUEÑOS DE UNA NOCHE

    ¡Aunque queme, aunque truene!
    Este es mi sueño y todo sacrificio vale.
    Tengo un gran equipo: mi familia; ellos son los mejores devoradores… insaciables de libros y diarios.
    Quizás un día puedan leer algo mío, dicen que la suerte no existe, pero hasta ahora me ha dado buenos resultados.

  35. «Con largas brazadas y poderosas patadas»

    Apenas dejó los pañales comenzó a nadar. La ví crecer y disfrutar entre antiparras, gorros y entrenamiento.
    Ya, en su primer competencia sabía que cumpliría su SUEÑO, el de ganar una medalla provincial en pecho.
    Nadie le dijo que iba a ser fácil. En la adolescencia fue un SACRIFICIO. Sufrió burlas por perderse fiestas. Para Mora su recompensa era entrenar. Dejaba el alma por la camiseta de su EQUIPO.
    En cada posta entre amigos sabían la ESTRATEGIA que de acuerdo a sus competidores usarían, que no era el destino, ni la SUERTE a lo que acudirían, simplemente a lo aprendido.-

  36. Begoña SÁEZ SÁEZ

    Arcoíris
    Hoy tuve un sueño, que en realidad representaba un gran sacrificio y responsabilidad; suponía convertirme en líder de todos los líderes mundiales, dado lo mal que iba todo. Y, ellos lo aceptaban resignados. Podría elegir equipo, así como la estrategia más adecuada para conseguir que todo mejorara, pero por supuesto que el factor suerte era primordial y escapaba a nuestra voluntad. Propuse lanzar el siguiente slogan que resultara aplicable a todas las personas:
    “No hacer nada, dejar que salga el sol simplemente. Prohibido totalmente hacer un mal gratuito a nadie. Y a poco que os esmeréis, seréis como el Arcoíris”

  37. TESTAMENTO
    Hizo ondear su bandera,
    quería que le conocieran,
    quería que le envidiaran,
    quería que le temieran.
    Gritó hasta quedar sin aliento,
    cayó rendido, pero resuelto.
    Tenía que regresar al SUEÑO
    y hacerse su dueño.
    Cerró los ojos, contento,
    aunque fuese solo por un momento.
    Recordó su SACRIFICIO,
    su ánimo, su valor, su testamento.
    Quiero que formes parte de mi EQUIPO,
    quiero que seas mi argumento.
    No había ESTRATEGIA ni destino,
    solo un deseo al viento,
    pero no soltó ni un lamento.
    Sabía que todo iba a ir bien,
    que, por una vez, la SUERTE
    estaría del lado de la muerte.
    Singrafista, Junio 2024

  38. QUIMERA

    Tenía SUEÑO, se quedó dormido con la espalda apoyada en la pared. Era apenas un chiquillo entregado al SACRIFICIO propio de un adulto, pues, en pugna con sus propios sentimientos, había abandonado su tierra y su familia sólo para huir de la guerra y la miseria
    y abrazar una vida mejor. Había contado que su pasión era jugar en un EQUIPO de fútbol. Al hablar, su rostro expresaba la seriedad
    propia de quien, consciente de su situación, elabora una ESTRATEGIA y avanza hacia la materialización de su proyecto, ignorando
    que su hermoso plan pende de un fino hilo llamado SUERTE.

  39. Don Nadie

    Un buen día decidió cambiar totalmente el rumbo. No sabía en qué momento algo o alguien ajeno a él había decidido su vida. Así que sembró entre nubes su sueño y se puso en marcha. Decidió no volver a ofrecer sacrificio alguno a los falsos dioses del éxito.
    Así, con su equipo de explorador de sí mismo y con la estrategia de valorar el camino más que la meta, disfruta la lluvia lenta que riega su paz interior. Tengo suerte pensó, mientras veía a la gente, amargada, correr de un lado a otro para comprar migajas de felicidad.

  40. CAROLINA TORRES CABELLO

    Partida en curso.

    A veces me pregunto si no será un sueño este mundo lleno de sacrificio y recompensas, de esfuerzo y placer. Imagino que somos personajes de un videojuego controlado por un ente superior que, sentado en su sofá, nos asigna a cada personaje un equipo y utiliza una estrategia con cada uno de nosotros. A veces, durante la jugada, atrapamos la función “suerte” y nos llueven moneditas, obtenemos una vida extra, o cambiamos de nivel, a un trabajo o casa mejor.
    Vamos pasando escenarios y, cuando ya dominamos las reglas del juego, aparece en pantalla un inesperado mensaje: “Game over”.

  41. Sara Gombau Morales

    As de guía

    Soy marinero, cuando estoy en tierra sueño con el mar,  anelo, lo que para otros supone un sacrificio, salir a navegar. 

    Llevo mi equipo de pesca a bordo, junto a el van mis ganas de zarpar, atracadas aún al muelle, mientras estudio los vientos y trazo un plan. Navegar a sotavento, será la estrategia final.

    Desde la orilla, me saluda un buen amigo, un viejo lobo de mar, me desea buena suerte.
    – ¡Buen viento y buena mar!

  42. INTERÉS RECÍPROCO

    Aparecía cuando la noche daba sus últimos coletazos, durante ese nebuloso interludio existente entre sueño y despertar. Aquella presencia se aproximaba cada vez más al lecho, demandando un sacrificio. Sin embargo, halló salida a tal callejón en los iris castaños del ocupante del despacho anexo. De súbito, evocó meses de vagas excusas para demorarse vespertinamente en la oficina junto a ella, cuando el resto del equipo había partido; pueriles intentos de entablar conversación, una mal disimulada estrategia de seducción. Horas después percibió en su rellano los impetuosos pasos del elegido, camino del mullido altar, ajeno a su nefanda suerte.

  43. Oscar Picazo Rodríguez

    EL SUEÑO DEL REHÉN

    En su sueño, recurrente, hacía un honroso sacrificio por el equipo: el suyo propio. Desarrollaba una estrategia osada para el enfrentamiento, pero no tenía suerte, y en todas las versiones que su mente pergeñaba cada noche, perecía miserable, heroica, tonta e inútilmente.
    En la vida real se aferraba, recurrentemente también, a su vida, tan insignificante como la del resto de rehenes con que aquél ejército negociaba, e igual de válida. Igual de valiosa.
    Su vida, lo único que tenía, lo único que le quedaba y a la postre, lo único que importa. Un día más, otra victoria.

  44. Dolores Sanabria García

    DETERMINACIÓN
    Mamá tenía un sueño y estaba dispuesta a cualquier sacrificio con tal de conseguirlo. Formábamos un gran equipo. Mientras ella cosía ropa para sufragar mis necesidades, sin reparar en gastos, hasta bien entrada la noche, yo entrenaba en la piscina horas y horas, sin darle tregua a mi cuerpo. Como parte de su estrategia contactó con los miembros del comité seleccionador y no paró hasta que me vieran y me eligieran. El esfuerzo, la determinación y el entrenamiento, no la suerte, me hicieron ganar mi primera medalla paralímpica.

    1. José María Díaz Gil

      MEDITERRANEO, TUMBA DE SUEÑOS.

      Mamadou tenía el sueño de ir a Europa desde Senegal. Pero ese viaje costaba mas de 2000 euros, cantidad que no tenia y suponía un enorme sacrificio para su familia.

      Trabajó duro para reunir ese dinero y encontrar un cayuco que le llevará a España.

      Y ese día llegó.

      Su escaso equipaje lo formaba una camiseta de su equipo de fútbol. Ya se veía delante del estadio, pensando una estrategia para saltar al campo.

      Pero esa noche, la suerte no estuvo de su lado. Una tormenta hundió su barca. Sus sueños quedaron bajo el mar junto a una camiseta rojiblanca.

  45. Jorge Iturra Jorquera

    Vida sin sueño
    Según él, nunca tuvo un sueño. Cada día era un sacrificio levantarse y vagar por las calles. Su equipo de lucha era un carrito de supermercado que descubrió en un callejón. Su estrategia de vida era recoger cartones para vender en una planta de reciclaje. A veces la suerte le sonreía y encontraba un tesoro de cartones que algún vecino dejaba separado de los residuos domiciliarios.
    Sus mayores joyas eran un lápiz y una libreta que encontró frente a la escuela donde descasaba. Cuando el edificio estaba vacío miraba por las ventanas intentando copiar las letras escritas en las pizarras.

  46. IMPRUDENCIA TEMERARIA

    Tras una angustiosa segunda parte, el sueño de centenares de aficionados, alimentado durante años con enormes dosis de paciencia y sacrificio, se haría por fin realidad: ¡la próxima temporada nuestro amado equipo jugaría en la primera división regional!”. Lo había logrado, además, aplicando una cuidada estrategia y no beneficiándose de la mera suerte. Cerca del estadio y antes de tomar el tren de regreso, me detuve en un bar. Mientras tarareaba alegremente el himno del club, tres tipos se acercaron con cara de malas pulgas. Solo recuerdo, doctora, que vestían camisetas y bufandas del equipo adversario.

  47. M. CATALINA PASCUAL

    PASÍTEA

    Al despertar del sueño se incorporó de la cama, no sin cierto sacrificio, y encendió el equipo de sonido para escuchar la voz que alimentaba su realidad onírica. De ese modo se abrían las compuertas del alma cuando se hallaba en estado de vigilia. Transitaba la vida sin necesidad de planear una estrategia. Se dejaba guiar por la melodía armonizada de aquella canción. Su suerte estaba escrita sobre un pentagrama que le acariciaba la piel.

  48. MAYUMI CARHUARICRA

    CARRERA HACIA SU DESTINO

    Desde la panza de mi madre, escuché su voz. Tenía ojos negros que, bajo cierta luz, se tornaban cafés. Sus largas piernas, que movía como un avestruz, cargaban un sueño.
    Un día, decidió alcanzarlo; se levantó y calzó esas extrañas zapatillas de clavos. Salió al campo buscando que su sacrificio tomara vuelo junto a su equipo, con una estrategia clara. Yo, desde la distancia y con el corazón angustiado, deseaba que no fuera la última vez, sabiendo que a veces se necesita un poco de suerte para ganar.
    Viendo su determinación, supe que esa niña era ahora una grandiosa mujer.

  49. Modernidad

    La cooperación es la clave del éxito para toda familia. Y Adán y Eva lo demuestran. Para comenzar, se necesita tener un buen sueño. Y Adán sí que lo tiene. Se duerme en cuanto el profesor de física, dice «buenos días». Luego viene el sacrificio. Y sí que lo hace. No se despierta ni cuando la profe de biología se despide. Después viene el trabajo en equipo. Eva lo levanta con ayuda de otra estudiante para no despertarlo. Y con esta estrategia, y algo de suerte, se despiden al terminar la clase de química. Finalmente, Eva puede amamantar a Adán.

  50. La gran fortuna

    También lo tuvo nuestro Martin Luther King: un hermoso sueño. De esos cuyo sacrificio, mata. En solidaridad permanente con los afroamericanos y sus derechos civiles; asimismo con quienes padecían las guerras, hambre y pobreza a nivel mundial.
    ¡Cuánto me hubiera gustado estar en su equipo!, porque no hay mejor estrategia -ni mayor suerte- que repartir el alma y recoger así multiplicado.

  51. Un sueño

    Sé que piensas que esto es un sueño.
    El último también lo pensaba. Me caía bien, una pena que tuviera que irse tan temprano.
    Pronto correréis el mismo destino.
    Debe ser realizado a media noche, por lo que ya no queda mucho tiempo que perder.
    Espero que tu sacrificio valga la pena.
    Al equipo nunca le han gustado las presas fáciles, pero, ¿no piensas que es mucho más importante la cantidad que la calidad?
    Ya habrá tiempo de perfilar mejor la estrategia en las siguientes ocasiones.
    Lástima que no vayas a tener la suerte de vivir para verlas.

  52. Consejo #32
    Si te encuentras susceptible a la emoción y escudriñas demasiado tu sueño, ten cuidado. De alguna manera, te reclamas y sientes vano el sacrificio o peor aún, terminas arrogante y envuelto en soberbia anticipas la victoria. Invariablemente el macrocosmos te queda chico. Sin darte cuenta vas a velocidad luz con rumbo desconocido. Te pierdes, navegante ridículo. La realidad no encaja, lo sé. No te preocupes. Respira hondo y contén ese aire, domínate. En un instante la agitación se disipa y vuelves. Recuerda las palabras de tu equipo y su estrategia. Relájate, tienes la destreza. Suerte.
    Manuel da Vida

  53. Concha Montes Martín

    American party

    La fiesta languidecía y aunque llevaba un rato con sueño no encontraba a Bill por ninguna parte. Para mí había sido un sacrificio ir, pero Bill parecía tan entusiasmado que no pude negarme.
    De hecho, cuando llegamos, todo el equipo estaba allí, Lucy también.
    Nunca me llevé bien con ella, retándome siempre con su aire de princesa. Y ahora utilizaba una nueva estrategia.
    Suerte que encontré el papel en el bolsillo de la chaqueta de Bill, la letra menuda y precisa de Lucy: “En el cenador a las doce”, decía.
    Y allí estaban, Bill y ella, y Orión alumbrándoles.

  54. Adriana Rebeca Strupp

    Título: A pesar de todo … ¡vuela! ¡ama!

    Tengo sueño, pero no me permiten dormir. Tampoco beber agua ni comer. Me torturan. ¡No hablaré! ¿Absurdo sacrificio?

    Escucho arrastrar un cuerpo. Es mi hermano. Me lo tiran encima hecho una masa maloliente y ensangrentada. Mi corazón quiere helarse.

    – Nos atraparon – susurró – Nuestro equipo de resistencia está cayendo.

    – Esta estrategia no les servirá. – quise alentarlo antes de que cerrara definitivamente los ojos – Venceremos a los asesinos. No será suerte sino coraje. – dije acunándolo.

    ¿Ganará el odio?

    Están cortando nuestras alas. ¡Por favor abrí las tuyas!

    En nombre de todos ¡ama!
    ¡Honremos la vida!

  55. Paloma Sampedro Canet

    Tirada fallida

    Estaba sentado en el andén cuando, de pronto, pasó un sueño y sin dudarlo me subí en él. Atrás quedaron olvidados en una maleta todos aquellos años de tanto sacrificio, trabajo y penas. Partía con rumbo incierto, sin equipo ni estrategia, como un recién nacido a otra vida. Encontré asiento al lado de una mujer vestida de muselina, me ofreció dos dados y me dijo:
    —Tira, que sea la suerte quien decida sobre tu partida.
    Tiré y cuando desperté, un camillero me estaba recogiendo de la vía.

  56. Francisco Javier García Blázquez

    Un tipo con suerte

    Rompían las olas en el muelle y el olor a salitre despertaba mi sueño, pensaba en toda mi vida de sacrificio con “muchas, pocas” alegrías y tristezas. El olor a café, terminaba la ducha y el bocado a la tostada. La vida, ya a los sesenta, era un juego en un equipo cuya estrategia, a cargo de los más jóvenes, me iba dejando atrás. Un mismo trabajo en los últimos veinte años, divorciado y con una hija mayor casada felizmente, pero dudaba de si era feliz y afortunado. Pero no dudaba de que sí era un tipo con suerte.

  57. ESCUDEROS
    Desperté de un mal sueño, uno de esos desconcertantes para el común de los mortales, donde una imagen turbia se repite machaconamente hasta dejarte exhausto y empapado de sudor entre las sábanas. En mi pesadilla soy la víctima propicia de un sacrificio cruel perpetrado por mi equipo de colaboradores que asisten taciturnos a la vil ofrenda a su nuevo y depravado líder.
    Hay fuerzas malignas que acechan para traer oscuridad al mundo. Mi estrategia contra ellas no depende de la suerte sino de la confianza en el poder del AMOR, siempre acompañado de mis fieles escuderos, Coraje, Generosidad y Prudencia.

  58. EL SUEÑO ETERNO

    Echaban “El sueño eterno“ en aquel cine de barrio que resistía numantinamente a echar el cierre, y decidió invitarla a salir. Desempolvó su mejor traje, aquel que se había comprado con tanto sacrificio, y la llamó. No le importó perderse el partido que esa tarde jugaba su equipo favorito, pues llevaba mucho tiempo acariciando la idea de salir con ella según la estrategia que había planeado cuidadosamente, sin dejar ningún detalle a la suerte…Sin importarle que, debido al Alzheimer, ella ya no le recordaba.

    Y ella aceptó,sin importarle que él hubiera perdido la vista hacía tiempo.

  59. Jesús Navarro Lahera

    Remedio contra el insomnio

    Estaba desesperada, no podía conciliar el sueño, y es que, pese al sacrificio de las últimas semanas, las dudas me asaltaban. Además, del cuarto de al lado llegaban los ronquidos de mi compañero de equipo. Probé a contar ovejas, y al rato cambié de estrategia. Así que me hice un ovillo y me metí el dedo gordo en la boca, aunque tampoco hubo suerte. Entonces salí de mi habitación y llamé a su puerta. Quería que me explicara cómo conseguía dormir. Al final, a la mañana siguiente clavamos el ejercicio de patinaje, los dos con ojeras, pero con amplias sonrisas.

  60. En equipo
    Nadie es dueño del sueño de los otros. Cada cual reconoce el sacrificio, la meta singular a la que aspira y el juicio apresurado de quien mira.
    El genuino sostén como anticipo (la confianza en el logro del equipo): magnífica estrategia y vía regia, azul, negra, amarilla, roja, verde … cuando alguien lo intenta, nunca pierde.
    Ni ser siempre el más fuerte ni la suerte son caldo de cultivo de los triunfos. No está escrito en la piel o en los papeles. Junto al abrazo cierto que acompaña, la inspiración auténtica convierte cada desierto en saldo de laureles.

  61. Jaime Rojas Jiménez

    ANALISTA

    Mirando al cielo nocturno, llena de estrellas sus fijas pupilas. Paralelamente, en un reiterado sueño, se descubre polvo cósmico. Ningún esfuerzo ni sacrificio intelectual, explicará la metáfora del polvo estelar y del hoyo negro, colmando su mecánica existencia algorítmica de vacíos.
    Él y su equipo neo-neuronal tienen que analizarlo todo y aprender. Aunque no entiende nada de lo que copia, lo racionaliza todo.
    Está convencido que su algoritmo de estrategia analítica es relativo, no infinito, solo exactamente proporcional a la cantidad de datos luminosos, contenidos en sus pupilas. Por suerte nunca duerme y calcula sus objetivos siempre a tiempo.

    1. Jaime Rojas Jiménez

      ANALISTA.

      Mirando al cielo nocturno, colma de estrellas sus fijas pupilas. En un repetitivo sueño se descubre polvo cósmico. Ningún esfuerzo ni sacrificio intelectual, explicará la metáfora del polvo estelar en el hoyo negro que llena de vacíos su cuántica mecánica.
      Su equipo integrado neo-neuronal, tiene que analizarlo todo y aprender. Aunque no comprende lo que copia, lo racionaliza.
      Recopila datos y se convence que su algoritmo de estrategia analítica es relativo. No infinito, solo proporcional a la cantidad de datos luminosos, contenidos en sus pupilas.
      Por suerte nunca duerme. Aparenta pensar porque siempre alcanza sus objetivos analíticos a tiempo.

      Ees la version final para concursar.

  62. Jaime Rojas Jiménez

    LA RESPUESTA

    – Entonces, ¿la suerte tiene sueño?
    -Ya que lo pregunta, debo decir que mi único sueño, es concretar el último sacrificio que le permita al equipo, mantener una estrategia contundente hasta el final, para custodiar el efímero pero latente objetivo de la esquiva suerte; en última instancia, ese es mi mayor anhelo y el de todo el equipo: ¡sentirnos afortunados! Pero la suerte no tiene estrategia, ni equipo, ni hace sacrificio alguno para alcanzar un sueño. Por eso, al final de todo, sólo queda mi sueño, quizá también el suyo y el de cualquiera que tenga alguno ….

    1. Jaime Rojas Jiménez

      LA RESPUESTA

      – Entonces, ¿la suerte tiene sueño?
      -Ya que lo pregunta, debo decir que mi único sueño, es concretar el último sacrificio que le permita al equipo, mantener una estrategia contundente hasta el final, para custodiar el efímero pero latente objetivo de la esquiva suerte; en última instancia, ese es mi mayor anhelo y el de todo el equipo: ¡sentirnos afortunados! Pero la fortuna no tiene plan, ni grupo, ni sufre martirio alguno para alcanzar su anhelo. Por eso, al final de todo, sólo queda mi aspiración, quizá también la suya y la de cualquiera que tenga alguna ….

      He realizado las correciones pertinentes. Con las cuales presento la versión final de este relato.

  63. RESILIENCIA

    El sueño de verla latir al compás del ritmo de la vida era recurrente. Aquel anhelo solicitado mirando al cielo se cumplió un par de años más tarde; un arcoíris con destellos de esperanza la hizo florecer. El sacrificio, en contraposición, portaría la misma etiqueta con distinto apellido. Yo sería la siguiente.
    Al retornar el temporal todo volvió a oscurecerse. Sin embargo, ya había aprendido la lección. Formamos un equipo con una valiente estrategia: encarar al cáncer con una sonrisa y muchas ganas de vivir. Actualmente, ambas tenemos la extraordinaria suerte de poder celebrar dos nacimientos cada año.

  64. APASIONANTE

    Bonita libertad
    es este sueño.
    Ausencia de sacrificio
    en esta profesión siento.
    Deseo desde mi infancia y
    ahora me despierta
    cada mañana.
    Un equipo que amo
    y me acompaña,
    con tanto talento
    y ganas,
    que la estrategia
    es crear suerte
    constantemente.
    Vivir de esta pasión,
    me permite experimentar
    cada día y descansar
    cada noche sin manías.

  65. Jaume González Insensé

    YO NO QUERÍA

    Me aborrezco, lo confieso.
    Resignado, encajo los elogios que me golpean tras alcanzar un sueño que no es el mío. Me siento como ese cordero que espera el sacrificio para satisfacer las oscuras perversiones de unos pocos creyentes.
    Ajeno al devenir de un destino impuesto, añoro los días cargados de miedos e incertidumbre. Mientras, equipo mi mochila con ahogados reproches listos para aquellos que me han aupado al éxito. Sí, esa es la estrategia: cobardía y rencor.
    Aborrezco mi suerte, lo confieso.
    Porque ser feliz no es lo que yo quería, pero es lo que he conseguido.

  66. Gustavo Sergio Olaiz

    La aventura de la Balsa Atlantis

    El sueño fue equiparar el viaje de la balsa kon-tiki para demostrar como posible que los olmecas fueron influenciados por africanos. La savia del proyecto era el sacrificio. El equipo que viajaría era de cinco pero los colaboradores muchos más. La estrategia era ponerse en canarias a merced de los vientos, no había suerte terminarían chocando con América. Lo lograrían en cincuenta días asombrando al mundo. No quisieron un sponsor para no manchar el proyecto. Fueron los héroes de Mar del Plata y su zona. Un admirador de esta hazaña la tomó como ejemplo para su recuperación física, fue conmovedor.

  67. INSURRECCIÓN
    Una tarde de verano en que el sueño me rendía y mantener los ojos abiertos suponía un inmenso sacrificio, decidí que mi equipo podía valerse sin mí y diseñé una estrategia de escape por la escalera de incendios. Abandoné la oficina sin avisar, dejando el maldito móvil encerrado bajo llave en un cajón del escritorio. Tan sólo si algo iba mal notarían mi ausencia y, para entonces, esperaba estar ya pisando descalza la hierba húmeda del parque. La suerte quiso que mi jefe tuviera la misma extravagante idea, y juntos descubrimos el inusitado placer de la rebeldía.

  68. EL ADIÓS
    Y por fin llega el día en que su sueño se hará realidad. Valerosos padres que con acrecentado sacrificio le dejarán partir. Pero no tienen miedo, pues tras muy meditada decisión en equipo seguirán la estrategia recomendada y, con suerte, la despedida no se dilatará. Cuando gracias a la ley su demanda no es delito y libre y voluntariamente decide dejar todo atrás.

  69. Aprendiz de hechicera
    La noche antes de un examen importante tengo un ritual secreto. Cuando a mi hermana Paulita la vence el sueño, la entrego en sacrificio en una ceremonia en que trabajamos en equipo. Ella succiona su chupete mientras yo acerco su cuna a la ventana para que la luna alcance la cabecita calva, donde late todo su poder.
    Como estrategia no es perfecta, en general no hay suerte. De ahí la cantidad de suspensos que acumulo en mates.
    Pero seguiré intentándolo, al menos hasta que a Paulita le crezca el pelo y no me quede más remedio que ponerme a estudiar.

  70. AL OTRO LADO DEL PUENTE

    Ayer tuve un sueño. En el caminaba entre la oscuridad de las calles y, como siempre, cuando llegaba al puente daba media vuelta. En esta ocasión, sin embargo, me detuve a reflexionar sobre mi proyecto de vida. Consideraba dos opciones, volver a lo conocido o intentar cumplir mis profundos deseos.

    Pensándolo detenidamente, el dejar todo atrás suponía un sacrificio inimaginable. Además, no contaba ni con un equipo ni con una estrategia claramente definida.

    A continuación, cerré los ojos y di un pequeño paso adelante, al cual siguieron otros sucesivamente. Entonces, cuando quise darme cuenta, la aventura había comenzado. ¡Buena Suerte!

  71. Ramón Ángel Alcaraz García

    2036

    Daba igual tu sueño, origen, sacrificio, equipo, estrategia; te había tocado en suerte y ya no había vuelta atrás. El camión los recogía, como animales marcados. Quizá por denuncia anónima, una vieja rencilla, un vecino envidioso… Un viaje de odio, acumulado desde nadie sabía cuándo ni por qué. Sin valorar hasta dónde llevaría la inquina al que no pensara como tú y los tuyos.
    Al ponerlos en fila, llamó la atención el cambio en uno de ellos, con su sonrisa de satisfacción. Sus últimas palabras helaron la sangre de sus compañeros de infortunio: “Qué bien, nos matan los míos”.

  72. El libro.

    Así fue como comenzó su sueño cogió el bolígrafo y, a través de la tinta, como una vena sangrando sobre el papel, fluyeron las ideas en su mente. Eran una maraña de palabras y luces, como una guirnalda enredada en una caja de cartón. Poco a poco y con mucho sacrificio todo comenzó a desenredarse, dando forma a aquel texto. Con su equipo, tejió la mejor estrategia. Quizás con un toque de suerte, sabían que alcanzarían el éxito.

  73. ARQUEOLOGÍA
    Convencido de que era un sueño, decidió seguir adelante con aquel ritual y ser él quien llevara a cabo el sacrificio. Había estudiado que se trataba de ceremonias grupales en las que cada miembro tenía una función delimitada meticulosamente, un engranaje de una precisión extrema, un equipo coordinado a la perfección.
    Había investigado, leído, analizado, incluso soñado muchas veces con encontrarse cara a cara con ella. Había depurado la estrategia para salvarla de la cruel muerte a la que estaba destinada, pero, al ver en sus ojos la aceptación de su destino, le deseó buena suerte y empezó la faena.

  74. A veces, los sueños se hacen realidad.

    Soy un apasionado del ajedrez. Siempre me imagino ganando al campeón del mundo. Es ruso.
    Hoy he tenido un sueño: con mucho sacrificio he conseguido formar parte del equipo nacional de ajedrez y me voy a Rusia a jugar.
    El teléfono suena y me devuelve a la realidad. Me comunican que he sido elegido para representar a España.
    ¡Tiembla, Petrov!¡Que voy!
    La partida es larga y difícil, pero sé que estrategia usar.
    ¡Jaque mate, Petrov!
    Dicen que tuve suerte, pero no. A veces, con constancia y tesón, los sueños se hacen realidad.

  75. Despedida
    Queridos papás, se que vuestro sueño ha sido siempre asegurarme un futuro. El espíritu de sacrificio ha formado parte de nuestra familia y habéis creado un equipo más o menos avenido, sin estrategia definida pero lo bastante clara para seguir adelante.
    He llegado a este momento de mi vida, sin sueños, sin sacrificio y sin equipo. Soy un ser solitario del que todos huyen. Mi estrategia ha sido sobrevivir y esperar a la suerte, pero estoy tan cansado.

  76. Pilar Martinell Gispert-Saúch

    PEQUEÑA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

    Dios habló a Abraham en un sueño.
    Quería que fuera feliz, le habló de amor, sacrificios y de su hijo .
    Abraham entendió que le pedía el sacrificio de Isaac. 
    Serio y decidido, cogió todo el equipo necesario y fue al monte dispuesto a cumplir.
    Dios, distraído, no vio el desastre hasta el último momento en que gritó:
    ¡No lo hagas!
    Dios no sabe todavía qué estrategia seguir. Cada intento de comunicarse con la humanidad se malinterpreta, en su nombre se mata.
    Por suerte, de vez en cuando, asiste a pequeños milagros de amor y mantiene la esperanza.
    Y así estamos.

  77. Wildebrando Miranda

    Prosa para triunfadores

    El poeta ya no luchaba por su sueño. Se sentía derrotado. Tanto sacrificio para intentar que su prosa fuese escuchada y lo único que logró fue que el equipo de fútbol del barrio utilizara una de sus frases como estrategia de burla a sus rivales en los partidos del fin de semana: «Ganaremos, porque la suerte es solo un deseo absurdo de los que se rinden pronto»

  78. LA INTRANQUILA CALMA
    El sueño precede a la calma, esa calma que se consigue con sacrificio y lágrimas.
    Abigail ha luchado durante años por ella, callando por poder disfrutar de la tranquilidad.
    Así ha transcurrido su niñez, trabajando en equipo con su madre, gestionando la estrategia para conseguir dormir por las noches sin que el cinturón de su padre envolviera su cuello mientras la penetrara.
    Lloraba en silencio su suerte.
    Callaba en la escuela sus moratones y rogaba por sobrevivir a la noche, por hallar esa calma que el sueño debería, siempre, proporcionar.
    Su madre acababa de morir.
    ¿Qué haría ella ahora?

  79. Hay algo más
    La matriarca estaba exhausta. Había hecho todo lo posible por cumplir el sueño de su tribu. Desempeñar sus funciones como líder había sido un sacrificio, y algo dentro de sí la mantenía insatisfecha.
    Un día se despertó con una energía diferente. Decidió no analizar esa sensación. Se puso de pie, se miró al espejo y se dijo: «Hoy hablaré con mi equipo de trabajo y les pediré que diseñen una estrategia para estar sin mí durante cien días. Me retiraré y confiaré en mi suerte. Me encontraré.»

  80. David Celis Borbolla

    ¿PESADILLA?
    Hoy voy a adentrarme en tu sueño. Quiero hacerlo por responsabilidad. Por el sacrificio que te supuso estar a mi lado y el daño que te hice yéndome como me fui, para no volver. Tú decías que éramos un equipo: “Juntos somos fuertes”, lo recuerdo; pero siempre sospeché de una estrategia inexistente urdida a mis espaldas, para herirme. Hoy voy a entrar en tu noche, ahí donde solo entran unos pocos; para pedirte perdón y pedírselo a nuestro hijo; para que pienses en mí o, mejor, para que dejes de hacerlo y, por fin, seas dueña de tu suerte.

  81. Jaime Rojas Jiménez

    CLOACA

    El mar vivo, vibrante siempre, tenía un sueño recurrente: Imaginaba que su sacrificio de ir y venir con energizantes olas, diversos recursos y majestuosidad; colmaría las expectativas de todos los seres vivos del planeta.
    Soñaba un equipo racional, construyendo una existencia sostenible, ecológica y equitativa. Conjeturaba sobre una estrategia, lanzada desde las circunvoluciones cerebrales humanas, para eternizar la vida…
    ¡Se equivocó!. Comprendió que no tenía suerte; que solo lo explotaban.
    La táctica consumista, le convirtió en cloaca global. Reaccionando se tornó áspero y violento. Enfermo y destruyó todo al paso.
    – ¡Esta vez será definitivo! Le confió al viento.

  82. Jaime Rojas Jiménez

    JUICIO EJECUTORIO

    Tuve un sueño (¿acaso pesadilla?). Asistí al juicio contra la verdad. Realmente fue un sacrificio. Irónicamente le imputaban falsedad ideológica. La actividad era solemne, dirigida por un equipo de legos impersonales: Sombras, voces intangibles, malabares de pantomima y publicidad engañosa. Claramente la estrategia consistía en confundir. Enredar la razón lógica y obvia del público, para atraerlos al veredicto que perseguían. La verdad nunca tuvo posibilidades de indulto. Simplemente no tuvo ni defensa ni suerte. El público, incluyéndome, decidió apoyarlos mayoritariamente. Seguidamente desperté exaltado, sudoroso, asustado y encerrado en este agujero oscuro y no sé cómo voy a salir.

  83. HUMBERTO SALAS BENAVIDES

    Estratega de tercera

    Mientras espera entre hamburguesas, palomitas y refrescos. emerge aquel añejo sueño; ser comentarista de las grandes cadenas deportivas. El enorme sacrificio hacia el éxito, fue renunciar a la universidad. Aun se imagina narrando la final de su equipo favorito en la Champions League. Recuerda su proyecto, ser portero de futbol, campeón en la primera división, seleccionado nacional, Europa. Fue solo arbitro ocasionalmente, luego entrenador.
    La pandilla toca la puerta. Luce orgulloso la camiseta de los Lagartijos Barrio Norte. Como estrategia contra el fracaso, ordena empatar. Dejará a la suerte de los penaltis su codiciado objetivo, no descender a la tercera.

  84. VICENTE JOSÉ TORMO GARCÍA

    PROYECTO SOLIDARIDAD TOTAL

    Se había convocado una asamblea de asistencia obligatoria.

    –No solo por nosotras, sino por todas las chicas y chicos, haremos realidad nuestro sueño, juntos somos imparables–dijo Libertad por el micrófono

    –Este camino lo vamos a recorrer con sacrificio, sea el que sea–habló otra compañera del mismo equipo.

    El patio quedó en silencio.
    Los abusones enmudecieron ante esa avalancha verbal inesperada.
    La determinación de las chicas, fruto de una estrategia planificada para su proyecto había conseguido la excelencia de su objetivo, en apariencia inalcanzable: acabar de cuajo con los abusos.

    “Qué suerte tenerlas en el instituto”–pensó la directora.

  85. Rosario Patricia Ramos Orellana

    Un sueño
    Sé que a mi edad, perseguir un sueño tan audaz como convertirme en escritora puede resultar difícil. Pero la maternidad me ha hecho entender valiosas lecciones: el sacrificio que se hace por lo que amas, el trabajo en equipo puede brindarte una sensación de paz. Cuando amas, la paciencia es algo que surge de manera natural, aunque algunas situaciones te sobrepasan y llegas a mostrar un lado poco agradable.
    De alguna forma, hoy mi mente quiere crear una estrategia para poder lograr lo que anhelo y tal vez, con un poco de suerte, más adelante sepan quién soy.

  86. LAS MEJORES LUCHADORAS
    Después de renunciar innumerables veces al sueño que más feliz le hacía, convocó a sus valores, sacudió su inteligencia, despertó su amor propio. Con ellos, junto a su valentía y sacrificio, formó un gran equipo capaz de derrumbar cualquier obstáculo.
    Esta vez, tenía clara la estrategia, se protegería de esos rivales con sus mejores luchadoras.
    Aquella suerte, no solamente no estaba echada sino que también se encontraba consciente y tenía sus horas descontadas.

  87. Corazón de madera

    EL PACIENTE ENAMORADO

    Vivo, como el mundo, en un sueño. Y aunque no pueda moverme ni hablar ni oír ni ver, mi estado no es ningún sacrificio.
    Además, estoy enamorado. Ella trabaja en el equipo que me cuida. Revisa cada día mi gotero. Extirpa las protuberancias que afloran en mi cuerpo.
    Sé que es bella por su piel suave cuando me acaricia.
    Algunos la tachan de loca por su obsesión de abrazar los árboles, aunque quisieran para sí esos abrazos. Yo conozco la estrategia para obtenerlos: ser paciente. Tengo la suerte de ser su árbol favorito.

  88. Sofía Vera Vargas

    SACRIFICIOS

    Noche tras noche Julián se escabullía en la habitación de su hija. Cerraba la puerta, las cortinas, y se sentaba suavemente en la orilla de la cama. Recitaba entonces el conjuro:
    Cuando el cielo se oscurece
    los demonios aparecen…
    En cada sueño la pequeña Tina era ofrecida en un sacrificio que lentamente enfermaba su cuerpo. Solo así Julián lograba vencer junto a su equipo de futbol en cada partido. Muchos decían que su estrategia era mala y atribuían sus triunfos a la casualidad.
    “No en todo se tiene suerte”, dijeron en el velatorio de la niña al año siguiente.

  89. Cesar Augusto Rodriguez Rodriguez

    LA ESPERA
    Felipe tiene el sueño de estudiar enfermería cuando termine el colegio. Pero su padre dice que no hará el sacrificio de pagarle la universidad si estudia esa carrera. También sueña con ser parte del equipo de nado sincronizado. Pero su madre dice que no es un deporte para hombres.
    Felipe no entiende esas respuestas y, mientras observa a las chicas practicar en la piscina o a las enfermeras los días que va al control médico, piensa en una estrategia para hacer realidad sus sueños. Se le ocurren muchas. Con suerte alguna tendrá éxito, se dice a sí mismo.

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